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Firmaron una tregua, pero el conflicto en el transporte sigue en Tucumán

Tras la conciliación, el titular del gremio advirtió que no tolerarán nuevos atrasos salariales. Orell ratificó la crisis del sector. Aetat pagará hasta mañana sueldos adeudados y, durante enero, no habrá más paros.

La crisis del transporte público de pasajeros encontró una solución precaria. Al punto que los pronósticos de empresarios y trabajadores dan cuenta de que en febrero se reanudará el conflicto, que tuvo su pico el lunes con un paralización del servicio.

Si bien en esta época del año hay menos ciudadanos en las calles, el paro de choferes -que reclaman el pago de sueldos de diciembre- generó severos trastornos. Esto obligó a las autoridades a tomar intervención. Por un lado, la Municipalidad de la Capital inició actuaciones que podrían derivar en multas a las empresas. Por el otro, el Gobierno de la Provincia generó un espacio de diálogo entre la Unión Tranviarios Automor (UTA) y la Asociación de Empresarios del Transporte Automotor de Tucumán (Aetat).

Ayer, la Secretaría de Trabajo de la Provincia llamó a conciliación obligatoria a ambos sectores. Alrededor de una mesa, la cámara empresaria se comprometió a hacer efectivo el pago de salarios adeudados hasta mañana.

“No cederemos”

A la hora de aceptar la propuesta de las concesionarias, el gremio tuvo en cuenta los problemas económicos que afronta el sector. “Los trabajadores una vez más estamos cediendo para tratar de solucionar este conflicto. Queremos dejar en claro que es la última vez que cedemos”, advirtió el secretario general de UTA, César González. En caso de que la demora en el pago (según el convenio del sector, los sueldos deben abonarse hasta el cuarto día hábil del mes) se repita nuevamente en febrero, el dirigente fue tajante: “vamos a tomar medidas de acción directa y serán mucho más severa”.

El titular de UTA insistió en que la medida de fuerza del lunes fue legítima, en razón de las causas que la motivaron. “El salario de los trabajadores no puede ser variable de ajuste”, remarcó. Con respecto a la posibilidad de que no se les pague el día de huelga, González confirmó que será abonado en forma completa por parte de las firmas. Añadió: “No va a ser descontado a ningún trabajador porque las que están en falta son las empresas que no abonaron; no nosotros, los trabajadores”.

Durante el día de inactividad de los ómnibus, los usuarios debieron recurrir a otras alternativas para llegar a sus destinos, y se les encareció el traslado. “No es fácil tomar una medida de acción directa donde sabemos que afectamos a muchos otros compañeros trabajadores que pierden presentismo y pierden el día. Pero a nosotros no nos queda otra alternativa”, se defendió el dirigente sindical.

“Desfasaje”

El presidente de Aetat, Daniel Orell, reiteró que la situación económica de las empresas es crítica, y que hay una desactualización de las tarifas que se profundizó a partir de 2013.

“Esta crisis no se dio de la noche a la mañana. Desde 2013 se produce una brecha entre los costos de explotación y la tarifa que se fija; estamos hablando de casi un 70% de brecha”, recriminó. “¿Qué actividad con un 70% de brecha, de desfasaje en sus costos y en sus ingresos, puede subsistir? Ninguna”, reforzó.

El empresario subrayó que, además, existe un panorama de endeudamiento, inversiones, renovación y mantenimiento de las unidades al cual las firmas tienen que hacer frente. Finalmente, Orell contrastó la organización del transporte público en Mendoza y en Salta. Y bromeó: ”si eso sucede aplaudo con las dos manos y los dos pies”

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