Sigue la película en el concejo de Yerba Buena
La mayoría opositora revocó la licencia conferida a Argiró, quien desde el año pasado es secretario de Gobierno de la Municipalidad.
El Concejo Deliberante de Yerba Buena revocó por mayoría la licencia que le había concedido a uno de sus miembros, el radical Lisandro Argiró. El 22 de septiembre del año pasado, ese concejal había sido autorizado a desempeñarse como secretario de Gobierno del intendente Mariano Campero. Ayer se dejó sin efecto ese permiso y el funcionario fue emplazado a reasumir en su banca de edil en 24 horas, o en su defecto a renunciar al escaño. El desarrollo de la sesión se dio en el contexto de un clima político tenso y durante el debate hubo gritos y acusaciones cruzadas.
La ordenanza revocatoria de la licencia de Argiró fue aprobada con los votos de los radicales Benjamín Zelaya, Maximiliano García y Lucas Cerúsico; de los peronistasHéctor Aguirre y Walter Aráoz; y del macrista Pedro Albornoz Piossek.
Pero minutos antes de que se produjera la votación, el propio Argiró había ingresado al recinto (por la reacción de los ediles, su llegada fue sorpresiva) para entregar personalmente su renuncia a la banca.
Aunque pretendió repartir copias de la dimisión, que antes había dejado en Mesa de Entradas, sólo los concejales afines al proyecto político de Campero aceptaron recibir el documento. Precisamente, los ediles oficialistas Javier Jantus, Marcelo Rojas y José Macome le propusieron a sus pares que se tratara la renuncia. La propuesta fue rechazada por los otros seis ediles. Argumentaron que la presentación no reunía las condiciones “de tiempo y forma” propias de un trámite de esa naturaleza.
En la víspera de la revocatoria de la licencia y de la renuncia de Argiró, los jueces Rodolfo Novillo y Horacio Castellanos (Carlos Giovanniello votó en disidencia) habían emitido una sentencia con respecto al recurso de amparo que Rodolfo Aranda había interpuesto ante la Sala II de la Cámara en lo Contencioso Administrativo. En ese planteo, el radical (secundó a Argiró en la lista del partido “Unión por Todos”) acusa al Concejo Deliberante de negarse a incorporarlo en la banca que dejó vacante su “correligionario” cuando se sumó al gabinete de Campero.
Los camaristas hicieron lugar a la presentación y ordenaron a los ediles que “cesen en su omisión arbitraria e injustificada”, y verifiquen en un plazo de 10 días hábiles si Aranda reúne las condiciones para ser edil.
El temario
En la sesión, que empezó a las 9 y acabó pasadas las 13, los ediles trataron un temario que contenía una treintena de puntos. Cabe precisar que, durante el debate sobre la cobertura del escaño vacante, Jantus, Macome y Rojas se retiraron del recinto. Este fue uno de los hechos que evidenciaron la tensión de la deliberación. Entre las iniciativas aprobadas, se cuestiona el veto total de Campero a la ordenanza (sancionada por los seis ediles opositores) que otorga una bonificación a los comerciantes de la avenida Solano Vera, debido al corte de esa arteria para la obra del Canal San Luis.
“Ese veto quedó firme porque no pudimos sesionar. Porque a la última reunión vinieron los funcionarios de Campero a patotearnos. Es lamentable que los vecinos de la Solano Vera no puedan contar con el apoyo del Estado”, declaró el peronista Aráoz.
“Queda en claro que el intendente no tiene sensibilidad social, pues se ha negado a ayudar a los comerciantes. El Concejo le dio un instrumento para que auxilie a más de 300 familias. ¿Será que no le interesa porque no se trata de la Perón? ¿Será que él gobierna sólo para esa avenida?”, se preguntó el radical García.
También aprobaron un pedido a la intendencia para que coloque reductores de velocidad en el cruce de Solano Vera y La Rioja; y un proyecto para que se instalen aparatos de gimnasia en los espacios públicos.