Una derrota que acentúa la debacle de los Pumas
Pese a que el trámite del partido fue parejo, el mejor equipo del momento capitalizó mejor sus oportunidades y ganó con justicia.
En el contexto actual, los Pumas no pueden darse el lujo de conformarse con hacerle partido al los mejores. La sed de victoria es acuciante y cada derrota acentúa la debacle. Y si en el juego no estuvieron lejos, la caída ante Inglaterra volvió a dejar en evidencia que están un paso atrás de las potencias.
En su primer partido de la gira por Europa, los Pumas cayeron 21-8 ante Inglaterra en Londres. El local dejó en claro por qué es el mejor equipo de la actualidad y alcanzó su 20ª victoria en los últimos 21 partidos que sucedieron al último Mundial: en un desarrollo parejo, sin emociones, fue efectivo para capitalizar sus oportunidades.
Los Pumas cambiaron la tónica del último partido ante Australia en función del rival. Intentaron atacar con paciencia, sin volverse locos, pensando cada movimiento. Resignaron sorpresa en pos de ganar control, pero igualmente la mayoría de los ataques terminaban frustrándose por errores propios no forzados.
La única vez que los Pumas tuvieron continuidad y control llegaron al try (obra de Nicolás Sánchez), a tres minutos del final y con el resultado sentenciado, pero igual de meritorio: necesitaron 30 fases para vulnerar la pétrea defensa inglesa. La efectividad en los envíos a los palos fue determinante. Mientras que los argentinos acertaron uno de seis envíos (16,6%), George Ford tuvo un modesto 4/6 (66,6%), suficiente para marcar diferencias.
En un primer tiempo en el que dominaron las imprecisiones y ninguno conseguía quebrar la defensa rival, Inglaterra sacó diferencias cuando tuvo superioridad numérica. La amonestación a Tuculet por golpear a Brown en la disputa de una pelota arriba envalentonó al local, que olió sangre, aprovechó el hombre de más y llegó al try (Hughes). Los Pumas reaccionaron pero no tuvieron recompensa, ya que Hernández falló dos penales muy sencillos. Ford sí acertó e Inglaterra entró al vestuario ganancioso 14-3.
En la segunda mitad el equipo argentino tuvo un poco más de iniciativa cuando atacó, pero cometió los mismos errores. Entregó la pelota con facilidad y volvió a fallar penales accesibles, esta vez en los pies de Emiliano Boffelli y Nicolás Sánchez. Y en la primera que tuvo, Inglaterra volvió a facturar cuando Lozowski capitalizó el único error defensivos de los Pumas y Rokoduguni sentenció el partido.
Los Pumas sumaron la 16ª derrota consecutiva ante equipos del Tier 1. Cambiar la estrategia, ser más conservador, tampoco alcanzó para superar a un rival superior, que sin lucir ganó con solvencia. Normalmente, una caída así no es motivo de alarma, pero en este contexto no alcanza para una nota positiva.
El próximo sábado, los Pumas viajan a Florencia para enfrentarse a Italia, en un partido en el que la victoria es imperativa. Una derrota forzará la salida de Daniel Hourcade. Un triunfo le dará oxígeno por una semana más. El último encuentro es ante Irlanda, otro top 5