A pesar de la magnitud de su triunfo, el Frente de Todos no tendría mayoría en Diputados
Propios y extraños reconocieron como sorprendente el resultado de las elecciones primarias, abiertas, simultáneas y obligatorias (PASO) registrado el domingo 11 de agosto, que dejó a Alberto Fernández a las puertas de una resonante victoria en el mes de octubre. Y semejante guarismo, que tuvo su correlato a nivel de la elección legislativa, llevó a muchos a imaginar que el peronismo unido como concurrió a estas elecciones, en su versión “Frente de Todos”, alcanzaría para revertir la hipótesis de que por un buen tiempo todos los gobiernos estarán obligados a gobernar en minoría parlamentaria. No es así.
Al menos en Diputados. En el Senado, como ya hemos señalado, el peronismo siempre estará cerca de alcanzar la mayoría; solo depende de su nivel de unidad. Y con los resultados de las PASO la tendría.
Pero en la Cámara baja, si bien el concepto de ser gobierno representa un llamador contundente para unificar sectores, no alcanza por ahora para llegar a la mayoría. Lo cual no es indicativo de que a un eventual gobierno de Alberto Fernández se le vaya a hacer cuesta arriba el tránsito legislativo, al menos en Diputados. Tendrá que buscar acuerdos con otros sectores que pululan en la Cámara baja, y tal vez les sea más sencillo que a Cambiemos. Pero por sí solo, ni aun haciendo una elección excepcional como fueron estas PASO, le alcanza al Frente de Todos para llegar a la mayoría en Diputados.
Sí sería primera minoría, desplazando de esa condición a Cambiemos, Juntos por el Cambio, o como vaya a llamarse en el futuro si mantienen el frente. Porque está claro que lo que representó una alianza electoral para acceder al poder en 2015 entrará en un tiempo de reflexión y replanteos si vuelve al llano a partir de fin de año. Se verá.
Números al fin, el Frente de Todos -si ese es el nombre que termina adoptando en caso de transformarse en oficialismo, como indicarían las elecciones primarias- podría alcanzar los 114 miembros en la Cámara de Diputados. Dos más que Juntos por el Cambio. Veamos cómo se llega a esa cifra.
Hay además una docena de diputados con mandato hasta 2021 que conforman el bloque Justicialista o lo que quede de Argentina Federal; o dicho de manera directa: los diputados que reportan a los gobernadores. Se sabe a priori del deseo de mantener esa condición aun volviendo a ser oficialismo, para tener una suerte de independencia, funcionando igual como interbloque con el FpV-PJ. Sería una novedad tratándose del peronismo, pero es en principio un deseo y, en definitiva, la base con la que surge este análisis de lo que sería el peronismo a partir del 10 de diciembre.
Quedan también 3 diputados de Red por Argentina, el interbloque que promediando el interregno 2017/2019 armó Felipe Solá, que seguramente terminará integrándose al bloque oficialista, si así es en lo que termina transformándose el Frente de Todos. Lo mismo sucederá con el Frente Renovador, que conserva 3 diputados con mandato hasta 2017 y que junto a su líder Sergio Massa formarían parte de ese eventual nuevo bloque oficialista.
Ahora sumemos a los que llegarían al Congreso si se repitieran en octubre los resultados de las PASO. Tendríamos 39 diputados que se integrarían al bloque FpV-PJ, o kirchnerismo a secas, 13 de los cuales son de reconocida procedencia camporista. Dieciseis serían diputados alineados con sus gobernadores; 7 del Frente Renovador; y 2 más de Red por Argentina.
A estos habría que sumar a aliados en esta elección como Fernando “Pino” Solanas, Itai Hagman, Victoria Donda, el misionero Héctor “Cacho” Bárbaro, del Partido Agrario y Social, y la sanjuanina Graciela Caselles.
Esta suma es la que da 114, que sería el número de ese eventual interbloque del Frente de Todos que tiene todas las posibilidades de convertirse en oficialismo desde el próximo período.
Algunos datos para tener en cuenta para el futuro de esa bancada. El salteño Juan Ameri -un dirigente de la organización “El Aguante”- remplazaría al también kirchnerista Sergio Leavy, que iría al Senado, donde todo indica que será electo en octubre; la sindicalista santafesina Patricia Mounier se sumará al bloque Frente para la Victoria en lugar de la vicegobernadora electa de Santa Fe Alejandra Rodenas, que hasta ahora integra un monobloque; y esa legisladora que suma la bancada de Agustín Rossi es compensada por Ayelén Espósito, del Movimiento Evita, que reemplazará a María Emilia Soria, la rionegrina elegida intendenta de General Roca.
Párrafo aparte merece el diputado salteño Pablo Kosiner, que participa de estas elecciones dentro de Consenso Federal, en la lista Unión por Salta que obtuvo algo más del 17% en las elecciones PASO. En principio, debería considerarse que podría incorporarse al bloque Consenso Federal que integraría Graciela Camaño, pero a la hora de hacer estos cálculos lo hemos seguido considerando dentro del “peronismo de los gobernadores”, por el detalle no menor de que en la actualidad preside el bloque Justicialista, nada menos. A partir de diciembre se verá.
El oficialismo actual
A ellos se sumarían los que ingresarían en caso de repetirse el resultado de las PASO, a razón de 19 del Pro, otros tantos del radicalismo, 7 de la Coalición Cívica y 4 aliados (el cordobés Luis Juez, el riojano Felipe Álvarez; el sanjuanino Marcelo Orrego; y el tucumano Domingo Amaya). Totalizando 112 diputados.
Ese será el número con el que arrancarían si siguieran habitando la Cámara baja en conjunto. Individualmente sino, tendríamos un bloque Pro de 46 miembros, una UCR de 45 y una Coalición Cívica de 15 diputados.
Quien quiera que vaya a ser el futuro oficialismo deberá buscar el quórum para sesionar dentro del océano que integran estas bancadas: Consenso Federal (4), Córdoba Federal (5), Misiones (3), el Frente Cívico Santiagueño (7), Unidad Justicialista (2), o el rubro “otros” que hoy por hoy abarcaría a 7 diputados.
Por supuesto, a estos fines, dejamos fuera a los 3 diputados de la izquierda, remisos siempre a todo oficialismo, cualquiera sea su color.