Advierten que los precios congelados y las tarifas sin aumento tienen poco peso en la inflación que mide el Indec
Economía
El gobierno lanzó una serie de medidas como reacción a los mal dato de inflación de marzo (4,7%) y la caída en la intención de voto. Pero las mismas autoridades reconocen que implican un alivio, no una política contra la inflación. Sucede que los precios congelados tienen poco peso en el IPC que mide el Indec, y el aplanamiento de la suba de tarifas que se anunció quitaría 0,3 puntos de un índice que treparía a una cifra que se ubicaría entre 35 y 40% a fin de año.
Además, pese a que el Banco Central modificó la banda cambiaria para anclar el dólar y aliviar las expectativas de inflación, el tipo de cambio todavía puede mantener una volatilidad del 20%, lo impactaría en los precios.
Según indicó Martín Rozada, investigador del Centro de Investigación en Finanzas de la Universidad Di Tella, el Indec releva 320.000 precios por mes para construir el IPC. Sólo el 1,5% – alrededor de 4.800 – corresponde a los que están incluidos en el programa «Precios Cuidados». Se trata del relevamiento en varios comercios de los 579 productos incluidos en el programa de Precios Cuidados.
Los precios congelados tienen poco peso en el IPC que mide el Indec y el aplanamiento de la suba de tarifas que se anunció quitaría 0,3 puntos de un índice que treparía al 35 o 40% a fin de año.
Si se considera que el programa de «Productos Esenciales» son sólo 64 precios congelados por seis meses, se percibe que el efecto sobre el IPC es aún menor.
«Si uno piensa a la política de Precios Cuidados como política antiinflacionaria, esta no ha funcionado hasta ahora, porque el acuerdo existe desde que empezó el gobierno. Y si se incorporan otros 60 productos más es improbable que eso funcione. Si hay algún efecto, va a ser poco», explicó Rozada. No obstante, indicó que «es un alivio para la gente de menores ingresos, que puede comprar esos productos».
«No funciona porque para que funcionen los controles de precios, aunque sea por algún tiempo, hay que mirar todos los precios de la economía, y eso es imposible. En el corto plazo funciona, pero en el largo plazo lleva al desabastecimiento de esos productos», explicó Rozada. El Indec releva los precios de los productos en las góndolas («si no se puede comprar, no se releva el precio»). Si el técnico no los encuentra – como pasó con la leche La Armonía – no anota el precio y, por lo tanto, no entra en el cálculo del índice de precios mensual.
Otra medida que anunció el gobierno nacional es que no dispondrá más aumentos de tarifas de electricidad, gas y transporte público para las familias en lo que resta de año. Y las operadoras de telefonía celular aceptaron mantener el precio de las líneas prepagas durante cinco meses, hasta el 15 de septiembre.
Un informe de Alberdi Partners espera un bajo impacto de estas medidas en la inflación de este año, que estima se acerque al 35 por ciento.
Para la electricidad residencial –que elimina las dos alzas planeadas de 4% para mayo y agosto y el costo es absorbido por el gobierno central–, estimaron que el alivio total en la inflación de la reversión de las alzas será en 0,14 puntos porcentuales.
En cuanto al gas residencial, las alzas del 10%, 9% y 8% previstas para abril, mayo y junio se mantuvieron sin cambios y no había aumentos anunciados para el segundo semestre, por lo que no genera cambios en el IPC.
Respecto de los precios del transporte público, Alberdi esperaba un aumento del 5,6% en los colectivos urbanos en agosto y del 8,2% en los trenes en diciembre, por lo que estimó el alivio acumulado de los anuncios en 0,17 puntos porcentuales en el IPC.
Luego, en telefonía celular, la consultora esperaba un aumento del 10% en junio y del 5% en octubre que, tras los anuncios, trasladó a un aumento de 7,5% en octubre y otro en noviembre. Por lo tanto, el efecto es marginal en la inflación de 2019.
El Banco Central había reaccionado frente a una inflación de abril que se prevé alta fijando los límites inferior y superior de la banda cambiaria en 39,755 y 51,448 pesos respectivamente hasta fin de año. Aunque no realizará compras de dólares hasta el 30 de junio si el tipo de cambio perfora el piso de la zona de no intervención.
Marcos Buscaglia, socio de Alberdi Partners, consideró que el esquema anterior estaba siendo muy recesivo y no permitía bajar la inflación. «Todo lo que acerque a un esquema que permita más certidumbre cambiaria es un avance», dijo.
Pero advirtió que «al esquema le falta un mecanismo de control de la volatilidad dentro de la banda», porque cree que las subas del tipo de cambio dentro de la zona de no intervención pueden igualmente generar inflación. «Sobre todo si se va a 51,45 pesos«, concluyó Buscaglia.