Alberto Fernández: «El acuerdo no genera nada para festejar»
El pre candidato a presidente por el Frente de Todos criticó el acuerdo celebrado por la gestión nacional
Alberto Fernández, el precandidato a presidente del Frente de Todos, se expresó en contra del acuerdo comercial alcanzado este viernes en Bruselas entre el Mercosur y la Unión Europea.
En la misma línea que el precandidato a Gobernador de su fuerza, Axel Kicillof, el exjefe de Gabinete escribió: «No queda claro cuáles serían los beneficios concretos para nuestro país. Pero sí queda claro cuáles serían los perjuicios para nuestra industria y el trabajo argentino».
«Un acuerdo así no genera nada para festejar sino muchos motivos para preocuparnos», agregó Fernández pocas horas después del anuncio del histórico acuerdo comercial entre los dos bloques de países.
Un par de horas antes, Kicillof había definido al tratado como una «tragedia».
En lugar de explayarse y explicar por qué consideraba así al acuerdo, el precandidato a gobernador bonaerense por el Frente de Todos, compartió el link de una nota publicada 11 días antes que se firmara el acuerdo.
Las gestiones por el acuerdo de libre comercio entre los dos bloques se iniciaron en 1999, se congelaron en 2004 y fueron retomadas en 2010. Si se anuncia finalmente el «acuerdo político», se abriría un período de alrededor de seis meses para pulir legalmente el tratado, traducirlo a las más de 20 lenguas de los países firmantes y enviarlo a los parlamentos nacionales, que deben aprobarlo para que entre en vigor.
El pacto permitirá reducir aranceles en sectores como el automotor y el agrícola entre ambos bloques. En algunos casos sería una reducción gradual; en otros, automática. Será el acuerdo más importante en la historia del Mercosur y uno de los más grandes que haya firmado la UE, al crear un mercado total de 770 millones de consumidores. Cálculos privados estiman que el comercio interbloque podría duplicarse a partir de la aplicación. En 2018 el volumen fue de casi 100.000 millones de dólares, con la balanza comercial ligeramente favorable a los europeos.
Fuente: La Nación