Anoche se concretó el primer embarque de arándanos argentinos a Israel. Dicho mercado se había cerrado hace dos años por cuestiones sanitarias, y luego de una intensa interacción público y privada se logró la reapertura. El primer envió se realizó en avión con destino a Madrid, y hoy arribará a Tel Aviv.
Según informó a este medio Alejandro Pannunzio, presidente de la Asociación de Productores de Arándanos de la Mesopotamia Argentina (APAMA) y vicepresidente del Comité Argentino de Arándanos (ABC), el envío consistió en 4 pallets y lo realizó la empresa Berries del Sol, desde Colonia Ayuí, provincia de Entre Ríos.
Por otro lado, Pannunzio sostuvo que el mercado interno, «se sigue desarrollando, y es muy importante para nuestra actividad contar con ese crecimiento, no solamente para ubicar una buena parte de nuestra fruta, sino también por los enormes beneficios para la salud que genera el consumo de arándanos. Afortunadamente muchos lo prefieren por su sabor, muchos por sus propiedades nutracéuticas y básicamente a todos los niños les encanta«.
Mejorar la competitividad
En este escenario de posibilidades que brinda el mercado interno y el internacional, los productores de arándanos vienen reclamando desde hace tiempo medidas para mejorar la competitividad, a partir de una baja de la presión impositiva, que según manifestaron, «bloquea la competitividad y genera incertidumbre».
Al respecto, Pannunzio sostuvo: «Es tremenda la carga impositiva que tenemos, como las retenciones, la baja de reintegros, el impuesto a los ingresos brutos que afectan a toda la cadena, y los impuestos provinciales y municipales que impactan en la tarifa de energía eléctrica».
Recordemos que semanas atrás productores de arándanos de todo el país participaron en la ciudad entrerriana de Concordia, de una jornada técnica regional que organizó la Asociación de Productores de Arándanos de la Mesopotamia Argentina (APAMA).
Durante la reunión, Alejandro Pannunzio, dijo que la superficie sembrada de nuestro país se redujo de 4.700 a 2.700 hectáreas en los últimos 8 años, cuando a nivel mundial la superficie aumentó un 100% en el mencionado período. Además, sostuvo que en 10 años la fruticultura debería haber pasado de 1,5 millones de toneladas exportadas a 3 millones, y sin embargo pasó a 850 mil toneladas de ventas al exterior en 2018.
Para Pannunzio, el principal desafío del sector es la competencia con Chile y Perú, que son países que están creciendo frente a una importante demanda mundial, sobre todo en el caso de Perú que año a año está duplicando sus exportaciones.
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