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Enrique Romero: Osvaldo Jaldo Es “El Tartufo Del Siglo XXI”

Enrique Romero, lider del partido P.E.R.O.N y subsecretario de Transito y Transporte de la Municipalidad Capitalina tuvo duros terminos para con el Vicegobernador Osvaldo Jaldo a quien acusó de ser “el Tartufo del Siglo XXI”, un hombre instalado en lugares del poder y privilegios, que medra mintiendo y apelando al miedo. Le da lo mismo decir que Alperovich es el culpable de todos los males de Tucumán, como jurar por Cristina, Néstor y Alperovich como el mejor Gobernador de la Historia, rectificando su narración.

Si Molière viviera sería su musa inspiradora. Encontrar una verdad en Jaldo es como buscar una aguja en un pajar, y entonces tendríamos que prender fuego al pajar para encontrarla.

Nuevamente se burló de quienes lo votaron ya que considera a la verdad como un desvalor de la ética, sin entender que la verdad le da sentido al respeto ante los demás hombres; que constituye uno de los pilares básicos sobre los que se asienta la conciencia moral de la comunidad y abarca todos los ámbitos de la vida humana.

La calidad de la democracia se mide por su capacidad para respetar la voluntad del pueblo y Jaldo se burla de ella.

Tartufos los hubo siempre, pero Jaldo es la esencia misma de la hipocresía.

Jaldo rectificó su narración nuevamente, sin apercibirse de que no es el hecho, sino el estilo, lo que más expone su doble moral. Es la mentira lo más hiriente de su relato.

El mayor mal de Tucumán en estos 14 años, ha sido el ejercicio del poder por un “Gobierno Ilimitado”, y peor aún es que durante ese tiempo, Alperovich, Beatriz Rojkés, Sergio Mansilla; Beatriz Mirkin, Jaldo y el resto de inútiles Kirchneristas, no trajeron nada a Tucumán.Jaldo es “el Tartufo del Siglo XXI”, un hombre instalado en lugares del poder y privilegios, que medra mintiendo y apelando al miedo. Le da lo mismo decir que Alperovich es el culpable de todos los males de Tucumán, como jurar por Cristina, Néstor y Alperovich como el mejor Gobernador de la Historia, rectificando su narración.

Si Molière viviera sería su musa inspiradora. Encontrar una verdad en Jaldo es como buscar una aguja en un pajar, y entonces tendríamos que prender fuego al pajar para encontrarla.

Nuevamente se burló de quienes lo votaron ya que considera a la verdad como un desvalor de la ética, sin entender que la verdad le da sentido al respeto ante los demás hombres; que constituye uno de los pilares básicos sobre los que se asienta la conciencia moral de la comunidad y abarca todos los ámbitos de la vida humana.

La calidad de la democracia se mide por su capacidad para respetar la voluntad del pueblo y Jaldo se burla de ella.

Tartufos los hubo siempre, pero Jaldo es la esencia misma de la hipocresía.

Jaldo rectificó su narración nuevamente, sin apercibirse de que no es el hecho, sino el estilo, lo que más expone su doble moral. Es la mentira lo más hiriente de su relato.

El mayor mal de Tucumán en estos 14 años, ha sido el ejercicio del poder por un “Gobierno Ilimitado”, y peor aún es que durante ese tiempo, Alperovich, Beatriz Rojkés, Sergio Mansilla; Beatriz Mirkin, Jaldo y el resto de inútiles Kirchneristas, no trajeron nada a Tucumán concluyó Romero

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