Asesinó a un operario de TV por cable
Un juez lo liberó a los 9 meses y ahora lo detuvieron por otro brutal homicidio.
Mónica Pérez y José del Río, que representan a la familia de la víctima, y el juez natural de la causa, Raúl Cardozo, solicitaron al mismo tribunal que prorrogara la detención del acusado. Paralelamente, Alejandro Díeguez, defensor de Montero, pidió su cese de prisión, puesto que se habían vencido todos los plazos. El juez de feria, Marcelo Mendilaharzu, aceptó el planteo y recuperó la libertad.
Ya en febrero, la Cámara de Apelaciones decidió prorrogar la prisión preventiva en contra de Montero, pero su fallo quedó abstracto porque el imputado ya había quedado libre. Paradójicamente, el autor material del hecho, que es menor de edad, sigue detenido, a pesar de que las leyes son mucho más benévolas con los jóvenes que delinquen antes de cumplir los 18 años.
Diéguez señaló que a su defendido se lo está acusando injustamente de este hecho. “Lo involucraron en el crimen por dichos, no hay ninguna prueba en su contra. Ya solicité que se realizaran varias medidas para demostrar que él no tuvo ninguna participación. Tengo entendido que el autor ya se habría escapado”, agregó.
“Así es la Justicia en esta provincia. Por fallas como esta, hay gente en la calle sembrando muerte y dolor en las familias”, dijo Adriana Romero, madre de Robles. “Esta gente tiene un total desprecio por la vida y no puede estar libre. Por eso es urgente que se cambien las leyes. No bastó con una muerte, sino que ahora son dos. ¡Es un horror!”, aseguró espantada Adriana Mabel González, la esposa del operario de CCC.
La viuda gregó: “en otra sala escuché a Montero. Dijo un montón de cosas como que él era el sostén de la familia y que trabajaba. Era un San Expedito. Finalmente le redujeron la prisión preventiva. La fiscal, al enterarse, pidió que se le prorrogara por tres meses la prisión preventiva, pero Mendilaharzu no le hizo lugar. Me pregunto si ahora entienden a qué me refería cuando hablaba de una persona peligrosa, indicó.
Romero, la madre de Robles, no dejó de llorar durante la entrevista. “Ya nada me va a devolver a mi hijo. Lo único que pretendo es que se haga Justicia, pero en serio. No vivo en Yerba Buena, sino en San Cayetano y no puede ser que el asesino de mi hijo haya estado en libertad cuando debería haber estado en la cárcel por el crimen de ese pobre trabajador. Es una generación que está perdida, que no sabe lo que es trabajar, quieren todo de arriba”, opinó.
La viuda de Mariani también estaba destruida anímicamente. “Espero que el juicio se haga lo más rápido posible para que se los condene. Si no se lo hace, lo más probable es que vuelva a quedar en libertad y termine matando a otra persona. Esto no puede ser. ¡Qué hicimos como sociedad para merecer esto!”, concluyó.
la gaceta