Boca relojea el mercado de pases
Y estudia con quiénes se queda y a quiénes deja ir.
Si bien tiene ofertas por varios jugadores, el club cuida mucho qué operaciones le convienen y por cuáles es mejor esperar. Villa, Capaldo y Hurtado, nombres clave.
La pandemia que afecta al planeta también se metió en la economía del fútbol y en la proyección para el futuro inmediato reina la incertidumbre. Entre contratos y opciones de compra que empiezan a vencerse, torneos que no se sabe cómo se terminarán, salarios que se reducen y plazos que se achican, hay en el horizonte una situación que en Europa ya se traduce en recelo entre los clubes: ¿el próximo mercado de pases bajará las cifras y las aprovecharán los poderosos para vaciar a los más débiles?
En ese escenario se mueve Boca en el día a día. A la distancia, con videoconferencias pero también con sondeos que a cuentagotas van llegando a los teléfonos de Juan Román Riquelme y compañía. Está claro: en tanto no haya uniformidad de criterios por parte de FIFA para establecer que los contratos se extienden más allá del 30 de junio y que los mercados de pases no tengan fijo su tiempo de apertura y clausura, se trata de consultas y no de propuestas formales.
Hoy Boca tiene varios futbolistas por los que se habla en Europa y la MLS. Uno es Sebastián Villa, quien en enero fue buscado por Xolos de Tijuana pero con el que nunca se llegó a un acuerdo. El colombiano mejoró su nivel, se potenció e incluso le valió la convocatoria a su Selección, algo que siempre cotiza más en el mercado. También es cierto que su vínculo con el club quedó desactualizado y por eso desde el Consejo de Fútbol saben que hablarán con él para mejorarlo. Villa reúne características para emigrar a Europa, pero en Boca creen que no será este el mercado para aceptar cualquier propuesta. La idea es retenerlo y si bien su cláusula de salida es imposible para este contexto (30 millones de dólares), en Boca creen que es de los jugadores del plantel por los que puede haber un ingreso extraordinario.
Capaldo aparece en el radar de Lazio.
Otro jugador que después del Preolímpico Sub 23 quedó en la órbita europea es Nicolás Capaldo. El mediocampista que elogió públicamente Daniele De Rossi era titular en el ciclo de Gustavo Alfaro y será una rueda de auxilio para Miguel Russo, quien lo considera alguien importante para su plantel. Desde Italia marcan que Lazio lo tiene apuntado como opción. Y en Francia aparece su apellido en las libretas del Marsella y del Lille. Su cláusula de salida es de 17 millones de dólares.
A Reynoso lo siguen desde la MLS
Tanto con Bebelo Reynoso (Boca pretende 8 millones de dólares por él) como por Agustín Almendra (quieren 10 millones por su ficha) hubo charlas desde la MLS con varios equipos. Y ahora esa liga es un gran signo de pregunta: ¿se jugará este año en Estados Unidos? En FIFA dicen que pretenden que todos los torneos se terminen, pero allí solo se disputaron 2 fechas. El cierre del mercado de pases era el 5 de mayo, pero esa fecha se correría. Y entonces otra vez la chance de transferir al juvenil puede ser una buena opción económica para Boca. Con el cordobés es distinto. «Queremos que se quede con nosotros y que pueda explotar todas las virtudes que tiene», afirmó Jorge Bermúdez.
Por Jan Hurtado (el club pretende al menos 5 millones por su pase) no existió ninguna comunicación con Boca. Ni de Roma ni de Juventus como afirmó su representante. El venezolano quedó relegado en la consideración de Miguel Russo y en Boca ven con buenos ojos buscar una transferencia por él, pero nadie desde el Viejo Continente habló con directivos del club.
Si Boca logra recaudar dinero (¿habrá una oferta europea por el arquero Agustín Rossi?), intentará mejorar los contratos de su plantel actual (Andrada, Villa, comprar al paraguayo Alonso) y ver cómo saldrá al mercado, consciente de que si lo hace con las billeteras llenas puede tener una ventaja con respecto al resto de los equipos del país. Porque la pandemia detuvo la pelota y abrió interrogantes enormes, pero el mercado sigue vivo y espera a que se abran las puertas para que unos saquen provecho del contexto y otros lo padezcan.