Bullrich y Larreta esperarán los resultados de las PASO en un búnker unificado
Ante la presión de Mauricio Macri, la exministra confirmó que compartirá el comando con el jefe porteño, pero pidió buscar una alternativa a Costa Salguero para preservar la “austeridad”.
La última novela de enredos en Juntos por el Cambio con vistas a la batalla decisiva de las PASO llegó a su fin. Después de varias semanas de negociaciones y tironeos, Patricia Bullrich y Horacio Rodríguez Larreta confirmaron hoy que compartirán el búnker en la noche de las elecciones primarias, cuando empezará a definirse el futuro político del país y equilibrio de fuerzas en la oposición.
Tanto el jefe porteño como Mauricio Macri habían presionado en las últimas horas para que Bullrich aceptara esperar los resultados en el predio de Costa Salguero, donde el Pro se reúne históricamente en las jornadas electorales. Sin embargo, la exministra de Seguridad repetía que pretendía una puesta en escena “austera” para dar una señal a la sociedad ante la profunda crisis social y económica en el país. Ni globos entre los militantes ni bailes en el escenario.
Además, Bullrich les hizo llegar a sus rivales el mensaje de que quería “pagar la mitad” de los costos del evento y que prefería cuidar recursos para el segundo tramo de la campaña. Esa posición trabó las tratativas hasta hoy. “No entiendo por qué tuvimos que sufrir todo este desgaste”, se lamentaban desde el comando electoral de Larreta, quien promovía la sede unificada. De hecho, sus colaboradores habían reservado tres pabellones de Costa Salguero, después de que la saga sumara un capítulo judicial por el lugar del escrutinio definitivo. Es que la Ciudad había alquilado a través de una contratación directo por 128 millones de pesos uno de los galpones del predio para alojar allí las urnas con los votos para autoridades porteñas y postulantes nacionales.
Finalmente, Bullrich confirmó que estará junto a Larreta tras la compulsa electoral, pero pidió buscar una alternativa a la sede de Costa Salguero. Quien anunció la decisión fue Juan Pablo Arenaza, jefe de campaña de la exministra. Arenaza mantiene conversaciones hace días con Eduardo Macchiavelli, uno de los armadores de Larreta, y Fernando de Andreis, un hombre de extrema confianza de Macri.
El expresidente redobló la presión durante los últimos días para que Larreta y Bullrich compartan el búnker. Macri se considera un primus inter pares en el universo de JxC y se imagina siendo el que una los brazos de vencedores y vencidos tras una interna encarnizada por el liderazgo opositor. Por esa razón, evitaría pronunciarse a favor de la exministra en la compulsa con Larreta. Ella tampoco le pide que explicite el respaldo. “Quiere ser la prenda de unidad”, comentan en las filas del larretismo.
El alcalde se había impulsado el debate de la organización del búnker, porque entiende que la noche de las PASO es “el evento más importante” para la unidad JxC con miras a las elecciones generales de octubre. “Ese día tenemos que dar un gesto contundente de unidad”, repetían cerca del jefe porteño.
En el sector de Bullrich repetían que lo importante del escenario pos-interna era garantizar la foto conjunta entre los ganadores y los perdedores de la competencia. Incluso, la exministra cree que deberían juntarse a desayunar con Larreta el 14 de agosto.
Quien resulte vencedor de la disputa interna de las PASO en JxC deberá hacer esfuerzos para contener los votos de su rival y aunar fuerzas de cara a la contienda con el peronismo en los comicios generales. No solo no podrán perder adhesiones, sino que también necesitarán sumar. Tanto Bullrich como Larreta confían en que podrán retener la cosecha del espacio y, dada la situación crítica del país y el deterioro del sello del oficialismo, se entusiasman con un triunfo en primera vuelta del frente antikirchnerista.
A contrarreloj, larretistas y bullrichistas se largaron ahora a explorar lugares alternativos al complejo de Costa Salguero. Y se sentarán a construir las reglas de convivencia para el búnker, donde esperarán los resultados tanto los candidatos a nivel nacional como los aspirantes en la provincia de Buenos Aires y de la Capital. Será una suerte de “guión” para consensuar la puesta de escena y la dinámica de la ansiada noche electoral.