Internacionales

Centroamérica contra la ONU: la situación en Nicaragua y Guatemala

En Café Prensa charlamos con el especialista Juan Pablo Bonilla, quien explicó cómo ambos países están siendo cuestionados por sus poblaciones

Protestas, gobiernos cuestionados y rechazos a misiones de la Organización de Naciones Unidas (ONU). Todos estos factores tienen en común la situación que viven en la actualidad Nicaragua y Guatemala.

Café Prensa charló con Juan Pablo Bonilla, guatemalteco e internacionalista especializado en América Latina, quien analizó la situación que vive la región.

Nicaragua

Daniel Ortega se encuentra en el poder desde 2007 (con un mandato previo en la década de los años ’80) y actualmente es fuertemente cuestionado por gran parte de la población con protestas masivas desde abril pasado. “Comenzamos a ver una coyuntura que tiene un poco de historia, con la revolución que realiza el partido Sandinista para derrocar a la familia Somoza y restaurar la democracia en el país. Sin embargo, las acciones de Ortega comienzan a ser muy similares a las del dictador Somoza en su momento”, explicó Bonilla.

En esta línea, precisó que los jóvenes empezaron a exigirle al gobierno, entre otras cosas, más democracia y libertad de expresión. “Estas protestas son duramente reprimidas por el ejército y, hasta el 18 de mayo pasado, se contabilizaban 650 muertos y 1200 heridos, según la Asociación Nicaraguense de Derechos Humanos”, agregó.

En este contexto, el Alto Comisionado de Naciones Unidas en Nicaragua elaboró un informe sobre la situación y fue invitado a retirarse del país. Al respecto, Bonilla comentó: “Esa presión internacional la vemos no solo desde la ONU, sino también desde el Sistema de la Integración Centroamericana y desde la OEA. El día siguiente al 18 de mayo, la OEA se reunió en comisión permanente para pedirle al gobierno de Nicaragua que adelante las elecciones a 2019 y esta resolución llegó con 21 votos a favor y tres en contra: Venezuela, Nicaragua y Santa Lucía y Nieve; mientras que Bolivia se abstiene”.

La visibilidad de la violación de los Derechos Humanos a través de los organismos internacionales, así como la falta de democracia en Nicaragua, es clara

Guatemala

En Guatemala, se dio a conocer en 2015 una gran trama de corrupción paralela al Poder Ejecutivo que estaba liderada por la vicepresidente Roxana Baldetti y el presidente, Otto Pérez Molina. Para apoyar en la investigación, llegó al país la Comisión Internacional Contra la Impunidad en Guatemala (CICIG), una entidad internacional e independiente cuya finalidad era apoyar al ministerio pública, la policía y otras instituciones. Finalmente, tanto Baldetti como Pérez Molina fueron desaforados por el Congreso de la Nación y guardan prisión hasta el día de hoy.

Este hecho, sin embargo, abrió una herida profunda en la población guatemalteca que, en las elecciones de ese año, se volcó por un neófito político: el comediante, Jimmy Morales. “Todo iba muy bien, pero un año después de su asunción, la CICIG y el ministerio público indicaron al hermano del presidente y al hijo del presidente en un caso de corrupción. El 18 de enero de 2017,  ambos fueron a prisión y allí es donde comenzamos a ver el cambio en la actitud del Ejecutivo con respecto de la CICIG”, precisó Bonilla.

Recientemente Morales evitó el ingreso del Alto Comisionado de la CICIG, Iván Velazquez, al país. “El presidente tiene inmunidad y actualmente se encuentra señalado por financiamiento electoral ilícito. Desde hace varios meses, se intenta tratar en el Congreso el desafuero del presidente para poder investigarlo, pero hasta el momento no se ha logrado”, sintetizó Bonilla.

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