Tras un primer semestre con números inesperados para el Gobierno nacional: devaluación de casi el 50%, elevada inflación y préstamo con el Fondo Monetario Internacional (FMI), muchos se preguntan como continuará la economía argentina.
Un informe reciente de la consultora Robinson & Asociados explica que las causas de este drástico cambio del escenario económico tiene aspectos internos y externos. Entre los primeros, se encuentra la suba en las tasas de interés en Estados Unidos que afectó a las economías emergentes (entre ellas, la Argentina). Mientras que algunas decisiones del gobierno local, como la política gradualista y el impuesto a la renta financiera para tenedores de extranjeros de deuda argentina, contribuyeron a profundizar el impacto.
Según este estudio, la política económica argentina actual está orientada a contener la suba del dólar, para evitar que continúe subiendo la inflación y deprimiendo el consumo. Sin embargo, advierte que pese a los intentos del gobierno nacional, la tan ansiada estabilidad no llega.
Al respecto de las proyecciones al corto plazo, el reporte adelanta una desaceleración de la economía y una posible recesión. La extensión e impacto de este proceso dependerá, en gran medida, de cómo el gobierno logre convencer al mercado con su política económica. “El desafío en las próximas semanas es cómo recuperar credibilidad, que está bastante afectada”, concluye.