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Coronavirus en Argentina y el día del animal

Zorrita, la perra que había quedado varada en Salta volvió a su casa.

Abril tuvo que dejarla porque no la dejaron subir al micro que la trajo a Buenos Aires. Conocé más de la emotiva historia .La historia de Abril y su perra Zorrita que tuvieron que separarse en plena cuarentena.

La chica estaba viajando con su mascota por Bolivia cuando arrancó la pandemia del coronavirus. El consulado argentino en ese país las trajo hasta la provincia de Salta, pero el animal no pudo volver con su dueña hasta Buenos Aires porque las autoridades no la dejaron subir al micro. Lejos de abandonarla, Abril tampoco se subió al ómnibus y junto a una amiga empezaron a pedir ayuda y a cada auto que pasaba le pedían que las llevara hasta el pueblo más cercano para poder dormir. Pero nadie las ayudó. Anduvieron un largo rato hasta que volvieron a la estación de la gendarmería. Allí explicaron lo que estaban pasando. Los oficiales dijeron que tendrían que llevarlas detenidas porque estaban violando la cuarentena y darle aviso a la fiscalía. Con lágrimas en los ojos y después de contar con lujo de detalles la situación, uno de ellos le dijo que llevaría a «Zorrita» a su casa y que la cuidaría. Ordenó detener el micro -que ya había hecho 100 kilómetros- en el próximo puesto y allí Abril puedo emprender la vuelta a su casa.

Abril y Zorrita en uno de los tantos viajes que hicieron juntas. (Foto: Facebook / Abril Echeverría).

Abril se comunicó todos los días con la familia del gendarme y le contaron que «Zorrita» fue muy bien cuidada, alimentada y recibió mucho amor. Ahora, en las redes sociales la chica contó que su mascota volvió a su casa.
Zorrita estuvo un mes en la casa de Celeste donde fue adoptada como un miembro más de la familia. La llevó a la veterinaria donde le hicieron todos los controles y armaron su libreta sanitaria. En la veterinaria le prestaron una jaula por si era necesaria para el traslado. La perrita fue llevada hasta la casa de Susana donde estuvo algunas hora y desde allí, hasta la ruta donde se encontraron con Raúl quien finalmente fue el encargado de traerla a Buenos Aires.
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