Junto a la senadora electa arribaron Parrilli y Marcó del Pont. Militantes la recibieron en el hall del hotel. Comida privada y reuniones con dirigentes en la agenda La ex presidenta de la Nación llegó ayer por la tarde a Tucumán para cerrar hoy un encuentro de mujeres peronistas en El Cadillal.
Cristina Fernández de Kirchner llegó anoche a la provincia, en medio de una convulsión política dentro del oficialismo provincial y bajo un estricto hermetismo. Hoy, la ex presidenta cerrará un encuentro de mujeres peronistas en El Cadillal.
Un centenar de militantes de agrupaciones kirchneristas la aguardó en la puerta del hotel Sheraton, frente al parque 9 de Julio, donde se hospeda. Poco después de las 20, la senadora nacional electa bajó de un auto con vidrios polarizados, en medio de gritos y de empujones. Levantó los brazos, saludó a quienes la recibieron e ingresó al lobby del hotel. El mismo auto en el que llegó, menos de una hora más tarde, salió del estacionamiento privado con rumbo desconocido. Aunque no se informó de manera oficial, trascendió que la ex jefa de Estado cenó en la casa del matrimonio Alperovich y con la legisladora Silvia Rojkés.
“Hace mucho que no venía a Tucumán y está muy contenta, agradecida por la invitación”, fueron las breves palabras que brindó el ex secretario Legal y Técnico de la Presidencia, Oscar Parrilli, apenas aterrizó en suelo tucumano. Junto a él arribaron la ex presidenta del Banco Central, Mercedes Marcó del Pont; y la diputada Mayra Mendoza.
Cristina llegó a las 19.40 en un vuelo de Aerolíneas Argentinas. Viajó en primera clase, rodeada de personal de seguridad. En el mismo avión viajó la diputada tucumana Mabel Carrizo y su marido, el ex legislador y referente camporista Jesús Salim.
Personas que viajaron a bordo del vuelo 1476 comentaron que ingresó a la aeronave casi al último y bien custodiada, por lo que su presencia pasó inadvertida para la mayoría de los pasajeros.
Como Cristina subió a un auto que la aguardó dentro de la pista, menos de un centenar de militantes se quedaron con las ganas de fotografiarla y de decirle algo. “Está de blanco, está hermosa”; “vamos a volver, a volver, a volver, vamos a volver”. Las frases y los cánticos retumbaron en el hall del Benjamín Matienzo.
Dentro del hotel, Cristina se tomó fotografías con algunos empleados y dirigentes y subió a su habitación, en el octavo piso. En el medio de los cánticos, se escucharon algunos aislados insultos de personas que estaban en el bar del hotel. “Chorra”, “devolvé la plata”, “que se vaya de acá” fueron algunos de los gritos. Obviando los comentarios negativos, la ex presidenta siguió su camino y subió a descansar.
Hoy por la tarde, Cristina cerrará el “Encuentro de Mujeres Peronistas del Norte Grande”, organizado por la presidenta del PJ local, Beatriz Rojkés, y su agrupación, la Red de Mujeres Solidarias. El acontecimiento se concretará en el complejo que el gremio de los trabajadores de edificios (Suterh) tiene en El Cadillal.
El cierre del encuentro, donde brindará un discurso, está previsto para las 18. La entrada es libre y gratuita. El predio se habilitará a las 15 para el público.