Futbol

De ascender con River a administrar un geriátrico

Conocé la historia de Luciano Vella, que tras dejar el fútbol se dedicó a trabajar con abuelos. “Yo hasta les preparo las medicaciones de toda la semana”, le cuenta a Olé el ex lateral derecho de River.

«Hoy en día, mi vínculo con el fútbol es de hincha, nada más. Hasta antes que pasara todo lo del coronavirus, iba todos los fines de semana a la cancha a ver a Newell’s​ con mis hijos. Digamos que soy un hincha más. Y la verdad que con la vuelta de Nacho Scocco estamos muy ilusionados, porque con los jugadores que ya había en el plantel, se está formando un equipo muy importante y con buenos nombres.

Ojalá podamos volver pronto a la cancha y disfrutarlos». Podría ser la frase de cualquier fanático leproso que se ilusiona con su equipo de cara a la llegada de la nueva normalidad. Pero no. El que habla con Olé es Luciano Vellaeste ex lateral que se formó en NOB y que hace ocho años lograba el ascenso con River.

Vella se abraza con Trezeguet. EFE/Sergio Goya

A sus 39 años, el ex lateral derecho (se retiró en 2017) está parado del lado de afuera de la cancha. Observa, disfruta, y sufre como un fanático del montón. Pero él mismo entiende que las sensaciones que experimentó ese 23 de junio de 2013 en el Monumental fueron «algo único». «Fue un torneo desgastante pero estoy muy orgulloso de haber vestido la camiseta del equipo más grande de la Argentina. La verdad es que soy un agradecido de haber jugado en River. Teníamos al Chori (Domínguez), al Gordo (Cavenaghi), Ocampos, los Melli (Funes Mori), David (Trezeguet)… Teníamos un equipo para competir en Primera, sin dudas. Pero recuerdo que el día del ascenso bajamos 10 kilos cada uno… Nos sacamos una mochila tremenda de encima«, repasa Vella sobre las vivencias durante aquel torneo en la B Nacional.

Y fue precisamente durante aquellos años en River que ya comenzaba a planificar su vida post fútbol. Hoy, su presente lo encuentra alejado de la pelota y abocado de lleno a administrar geriátricos. Así como lo lee… «Cuando estaba jugando en River, mi mejor amigo (Matías Pavoni, ex futbolista), tuvo un problema de salud, no pudo seguir jugando y se puso una residencia de adultos. Y un día me comentó que había un edificio muy lindo para hacer un geriátrico y me preguntó si yo quería ser inversor. Y decidí meterme en ese asunto, y la verdad es que nos fue muy bien. Terminamos poniendo algunos más en Funes, donde yo vivo, y otros más por la zona de Rosario. Así que estoy ocupado con eso», le relata a Olé quien salió de NOB y pasó por España (Cádiz), Bélgica (Rapid Bucarest), Vélez, Independiente, Unión, Defensa y Arsenal. Y la charla continúa.

Luciano Vella en uno de los geriátricos.

Luciano Vella en uno de los geriátricos.

-¿Tu tarea en los geriátricos es sólo administrativa o tenés contacto con los abuelos?

-Con mi socio estamos permanentemente dando vuelta por todas las residencias porque siempre hay cosas para hacer. Vos pensá que en total tenemos a 150 abuelos en los geriátricos…

-Imagino que el trabajo es doble ahora a sabiendas del coronavirus y los peligros a los que se enfrentan los mayores…

-Totalmente. Estamos al borde de la paranoia, con un extremo cuidado con los abuelos, que son los más afectados con este tema. Así que desde el momento en que se dictó la cuarentena se cortaron las visitas, y para entrar a la residencia prácticamente que tenés que ser del FBI por todas las cosas que tenés que hacer… Es mejor ser exagerado en las medidas a ser confiado. Pero por ahora la llevamos bien. Gracias a Dios no tuvimos ningún caso de coronavirus, y si bien tomamos todos los recaudos necesarios sabemos que nunca estamos exentos de nada.

Luciano Vella en uno de los geriátricos.

Luciano Vella en uno de los geriátricos.

-¿Y tenés trato cercano con los abuelos?

-¡Sí! Yo conozco a todos los abuelos, estoy mucho con ellos y más en estos momentos en los que incluso no pueden ver ni a sus familiares… Ellos necesitan nuestra contención. Es más, yo les preparo las medicaciones de todas las semanas a los abuelos. Incluso, en una de las residencias está mi abuela, así que soy muy pegado a ellos. Ojalá que todo esto pase pronto y puedan ver a sus familiares…

Luciano Vella en uno de los geriátricos.

Luciano Vella en uno de los geriátricos.

-Se nota que estás disfrutando de lo que hacés, ¿pero no extrañás al fútbol?

-Qué se yo… Mirá, cuando me retiré (2017) ya había perdido el entusiasmo. Para mí el fútbol es mi pasión, es todo, pero ya no tenía las ganas de entrenarme todos los días. Intenté volver a Newell’s​ mil veces pero no se pudo dar porque los dirigentes nunca aceptaron mi vuelta. Pero bueno, debo decir que todo lo que viví en el fútbol fue hermoso.

-Hermoso y complejo, como ese año en River…

Fue desgastante, sí, pero hermoso. Por suerte pusimos a River adonde se merece estar. Además, recorrimos muchas provincias y el cariño que recibimos de la gente fue algo impresionante… River es el de hoy: es verlo jugar y ganar Libertadores… A mí me tocó estar en el otro momento y me siento muy orgulloso de haber ayudado en una etapa difícil.

El ex lateral derecho, en acción. EFE/Leo La Valle

El ex lateral derecho, en acción. EFE/Leo La Valle

-¿Y qué te dejó Matías Almeyda​ como entrenador?

-Tengo un gran cariño por Matías. Es una persona muy frontal, de una gran personalidad. Y me veo un poco reflejado en su pensamiento y forma de ver la vida. Y lo digo de corazón, porque además no jugué muy seguido (NdeR.: jugó un total de 16 partidos). Yo le veía un potencial terrible como entrenador. Él sentía la presión de todos nosotros, estaba en una situación muy difícil. Sin dudas fue adquiriendo experiencia, está mucho más preparado y para mí es un técnico de Selección.

FUENTE OLE

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