De Rossi podría no seguir en Boca
Que los jugadores se hayan ido de vacaciones no quiere decir que no estén preocupados.
Que la nueva dirigencia, que asumió el jueves, todavía no haya definido al reemplazante de Gustavo Alfaro, que los futbolistas sólo sepan que vuelven al trabajo el 3/1 pero sin saber cuál es la propuesta de pretemporada, que se enteren por los medios que Raúl Cascini levantó el teléfono y barrió a los técnicos de Inferiores y que por sobre todas las cosas Jorge Ameal haya dicho que Juan Román Riquelme está evaluando uno por uno los contratos del plantel, son cosas que ponen muy nerviosos a algunos. Ojo, el hecho que justo se haya dado el cambio de mandato en medio del receso tal vez hizo que aún no se pudieran comunicar los cambios de manera oficial. Eso no quita la incertidumbre que hay… Y esto, en parte, pasa en la cabeza de Daniele De Rossi. Y si pasa es por lo que dijo el nuevo presidente… «No sabemos qué hará De Rossi, si se queda, si va a seguir… Todo tiene que ver con todo. Alguien lo trajo, alguien lo llevó al club, no sabemos si se sentirá cómodo con nosotros o no, revisaremos el contrato también», avisó Ameal con un tinte de ironía, pero también con mucho de verdad. A ver, usó la misma vara también para el caso de Burdisso, ya que criticó que se le hizo un vínculo que excedía el mandato de Angelici. Y no es la primera vez que Jorge Love se refiere a Lele, con quien aún no habló aunque eso no quita que antes tome una decisión…
¿Cuáles serían los motivos que tendría esta conducción para darlo de baja? Uno sería que no quiere tener nada que ver con los proyectos que se iniciaron durante la presidencia de Angelici. Por eso los técnicos de Inferiores, por eso Burdisso, ¿por eso De Rossi? Lo otro seguramente tenga que ver con el aspecto económico, ya que si bien la CD saliente avisó que el contrato del romano (vence en junio 2020 con opción a seis más) no era alto, a esta dirigencia no le dan los números. Y por último, lo obvio, el lado deportivo: Daniele jugó siete partidos, sufrió un par de lesiones y no tuvo el rendimiento esperado. Además, varios se preguntan si entraría en la idea futbolística de Russo…
Pero De Rossi quiere quedarse en Boca. Y no sólo porque se adaptó al país y mudó a su familia, sino porque su orgullo profesional no le permitiría irse con esta imagen, la de un tipo que pasó inadvertido. Después porque quiere cumplir su contrato y con la promesa que le hizo a su amigo Burdisso: que se pondría bien físicamente, que sería el jugador franquicia con voz de mando y que se convertiría en el proyecto a largo plazo. Y finalmente porque sabe que se lo debe a los hinchas, que lo adoptaron muy bien.
De Rossi trabaja para eso: hace un tiempito paró e hizo una pretemporada de dos semanas para correr detrás de un objetivo. Ahora se fue de vacaciones a Italia, donde desde su llegada a Boca no había regresado. Se reencontró con amigos y aprovechó para recorrer las calles de Roma a bordo de su moto, una actividad que solía hacer cuando vivía allí. Pero no es lo único que hace, ya que además el campeón del mundo en 2006 no interrumpió su entrenamiento, sigue una rutina que además incluye gimnasio. ¿Su meta? Llegar a pleno al 3 de enero, cambiar la imagen que dejó y ser un pilar en el 2020. Eso sí, habrá que ver si Román, que lo elogió cuando estaba en campaña, y la nueva conducción se lo permiten…