Diego Brancatelli abrió una cervecería y sorprendió con una declaración
El periodista se metió de lleno en la gastronomía y contó todos los detalles.
El local se llama «Merci» y queda en Ingeniero Maschwitz.
«En esta grieta, necesito que el comercio se reactive y que a la economía de Macri le vaya bien». Aunque a algunos les parezca mentira, esta frase la deslizó Diego Brancatelli (42), el periodista y militante kirchnerista que siempre se puso en la vereda opuesta al «Cambiemos» que pregona el presidente.
Pero ocurre que Brancatelli ahora opta por el cambio. Al menos en lo laboral. Porque además de apostar por el reality de turismo «Branca de Viaje», que ya tiene sus primeros capítulo disponibles en YouTube, también abrió un cervecería/restaurante en Ingeniero Maschwitz.
«Algunos dicen que yo quiero que el país estalle por los aires. Se equivocan, porque estaría perdiendo todos mis ahorros en este comercio. Apuesto a la economía y a que nos va a ir bien, porque, además, es muy rico lo que vamos a hacer, a muy buen precio y en un lugar hermoso como es el Paseo Mendoza de Maschwitz», cuenta Branca en diálogo con Clarín.
Desde hace mucho tiempo que el periodista quiere tener un bar. «Y siempre quise hacer un bar temático con camisetas de fútbol, aunque este no sea el caso», agrega.
Durante mucho tiempo Brancatelli estuvo averiguando lugares posibles, alquileres y precios, pero no se le dio porque o no le gustaba la zona o porque era caro o sentía que no era el momento.
«Ahora se me dio», sentencia. Y todo ocurrió cuando le hicieron una propuesta. «Me la hicieron desde un local en el Paseo Mendoza, en Ingeniero Maschwitz. Y con un socio, que en verdad es un amigo de la vida, y padrino de mi casamiento, era con quien ya veníamos hablando de poner algo. Teníamos otro amigo que hace, para mí, la mejor cerveza de Buenos Aires, en una localidad de Cañuelas y hace fiambre artesanal«, avanza.
Y completa: «Entonces, decidimos poner esta cervecería. Pero como consideramos que las cervecerías están muy de moda, le quisimos agregar algo más. Y decidimos hacerlo restaurante. Una casa de fondue, con tablas frías y calientes, para complementar los días de frío o calor».
«También una buena carta de vinos, que por suerte en los viajes que hice con el fútbol, tengo amigos que tienen bodegas. Ellos me contactaron con unos enólogos muy importantes y me mandaron a Buenos Aires varios de ellos para degustar los vinos. Tengo todos boutique de baja tirada anual pero exquisitos y a muy buen precio», sostiene.
De este modo, Branca pone sobre el tapete las cuestiones políticas. Esas mismas que lo acercan al anterior gobierno, lo alejan, según sus convicciones, al de «Cambiemos».
Pero el periodista cambia, muta. Y, aunque algunos no le crean, apuesta por el futuro del país. «En este momento difícil, en donde todos te aconsejan que esa plata la hubiese puesto en Lebac y ganaba más plata o me hacía menos malasangre, aposté al trabajo«, afirma.
El local, que se llama «Merci» («Gracias», en francés), se inauguró el último domingo de febrero. ¿Por qué le puso «Merci»? «Porque es todo ambientado en estilo francés», contesta. Y de este modo se aleja del eslogan kirchnerista «nacional y popular».
Aunque aclara: «A las dos parejas que vamos a trabajar en el local nos gusta mucho París, Francia en sí. Así que está todo decorado al estilo… ¡Pero con cocina argentina!».