Dólar turista para costará 20% más caro que el oficial
El Gobierno tiene decidido avanzar en la aplicación de un tipo de cambio “turístico” para reducir drásticamente la pérdida de reservas que se origina por los gastos de argentinos en el exterior, tanto los que viajan fuera del país como los que realizan compras a través de diversos sitios en internet.
¿De qué se trata?
De un dólar mucho más caro que el oficial que deberá ser pagado por quienes viajen o realicen consumos fuera del país.
La idea más firme que por estas horas se maneja es que se aplique un recargo de al menos el 20% a precio del dólar oficial. Es decir, que si se realiza un gasto de 100 dólares en el exterior, en lugar de calcular el gasto en pesos a un tipo de cambio de 63 pesos (cierre de este viernes) debería calcularse un tipo de cambio de 75,6 pesos.
¿Qué alcance tiene?
Este “recargo” alcanzaría a los pasajes aéreos, hoteles y todo tipo de gasto que se realice con tarjeta en el exterior. Entre estas compras, por ejemplo, los abonos de Netflix, Spotify, Amazon o lo que fuere que se pague a un proveedor en el exterior.
¿Qué alternativas hay?
Tomando en cuenta que la opción de hacerse de divisas en efectivo está reducida a solo 200 dólares por mes y por contribuyente, la gente se inclinará al dólar blue que actualmente cotiza casi a 70 pesos, en tanto que el dólar en bolsa ronda entre los 72 y 74. Pero habrá que ver a qué precio saltan las cotización cuando aparezca el dólar turista.
El objetivo del Gobierno
El Gobierno lo que estaría buscando es que lo que paguen los contribuyentes quede en las arcas públicas. Diferente a lo llevado a cabo en el segundo gobierno de Cristina Fernández y el recargo al dólar a cuenta del impuesto a las Ganancias, cuando se consumía fuera del país. Pero en estos casos los contribuyentes y monotributistas recuperaban el monto retenido.
Un repaso a la balanza turística señala que en 2016 por la vía de viajes al exterior y compras desde aquí en sitios del extranjero, se llegó a un déficit de 8.500 millones de dólares. En 2017, con un atraso cambiario más marcado, el déficit saltó a los 10.600 millones. En 2018, a pesar de la fuerte devaluación de abril y agosto, el rojo resultó de 8.000 millones de dólares. Y en lo que va de 2019 el déficit alcanza los 5.000 millones de dólares.
Por lo que el ministro de Economía Martín Guzmán ratifica:
-No habrá financiamiento adicional ni emisión monetaria para alcanzar el equilibrio fiscal.
-Cada dólar que se dedica a la deuda, es un dólar que se le niega a la actividad productiva.
-Se quiere resguardar las reservas para hacer frente a la demanda de divisas del sector productivo.
-Cuidar los dólares para aplicarlos al pago de las deudas. Eso sí, a las deudas que se recalculen una vez concluida la negociación con los bonistas.
Por lo que la alternativa es
Hoy el Banco Central atesora reservas totales por cerca de 44.000 millones de dólares. Sin capacidad de financiarse en los mercados de capitales, y caída la posibilidad de acceder a desembolsos pendientes del FMI por 11.000 millones de dólares, la única que queda es apostar al superávit comercial (ingreso de dólares) y cerrar todos los grifos por donde se puedan ir los dólares que no son estrictamente necesarios para mantener la actividad productiva.
Fuente: Los Andes