Dos años del hundimiento del ARA San Juan: los avances de la Justicia e hipótesis
La documentación y testimonios reafirman idea de que la E19 presentaba «falta de estanqueidad».
El Capitán había alertado sobre ese inconveniente.
A las 7.30 horas del miércoles 15 de noviembre de 2017 se registró el último contacto con el ARA San Juan, que navegaba en el Mar Argentino, desde Ushuaia hacia la Base Naval de Mar del Plata.
El submarino navegaba a cinco nudos con rumbo a Mar del Plata en medio del temporal. Su misión era la de patrullar y controlar las aguas argentinas. El capitán, Pedro Martín Fernández, informó al Comando de Submarinos que había agua de mar a través del sistema de ventilación y que el líquido ocasionó un cortocircuito y principio de incendio en el balcón de barras de batería.
Fernández se vuelve a comunicar una hora y 19 mintuos después para informar que iban a bajar a plano profundo (40 metros) a descansar e inspeccionar el tanque de baterías. Fue el último mensaje de la tripulación. A las 8.45 se perdió todo tipo de contacto con la embarcación y a las 10.51 se registró un evento anómalo, consistente con una explosión, que los expertos luego definirían como una implosión.
El expediente, a cargo de la jueza Marta Yáñez, llegó a la conclusión de que el agua se filtró a través de la válvula de ventilación E19, que en inmersión debió haber evitado el paso del líquido pero por algún motivo no lo hizo.
Restos hallados del submarino
Tres meses antes de la tragedia, el capitán Fernández le elevó a sus superiores un informe con detalles acerca de la navegación. El ex comandante de la fuerza de submarinos, Claudio Villamide, recibió el documento que incluía un incidente en plena actividad.
«Durante el sexto día de navegación, con el buque en maniobra de snorkel, se produjo un ingreso de agua de mar al ventilador de batería de proa. Se desarmó la envuelta del mismo para sacar la totalidad del agua. Consecutivo se procedió a navegar a plano profundo para ingresar al tanque de baterías y verificar el estado del mismo. No se observó ingreso de agua, normalizándose posteriormente la maniobra de ventilación.La única posibilidad es la falta de estanqueidad en la válvula E19”, comunicó Fernández.
«Hay testimonios que dan cuenta de que la E19 debió haberse reparado sí o sí en dique seco (fuera del agua) para que permita su desmontado y recorrido», señalaron fuentes.
La Justicia se apresta a descartar de plano que la tripulación haya cometido un error cerrar de forma al dejar abierta la E19, como sugirió la comisión de expertos conformada por el Ministerio de Defensa de la Nación.
Los 44 héroes
Los imputados que tiene la causa son el ex comandante de la fuerza de submarinos, Claudio Villamide; Luis Enrique López Mazzeo, ex comandante de Adiestramiento y Alistamiento de la Armada; José Marti Garro, jefe de operaciones del COAA; Eduardo Malchiodi, jefe de mantenimiento de la Armada; Jorge Andrés Sulia, exjefe logística del COFS; Hugo Migle Correa, ex jefe de operaciones de la fuerza; y Héctor Alonso, el jefe del Estado Mayor del COFS al momento del hundimiento.
Los restos del submarino fueron hallados un año más tarde de su desaparición, el 17 de noviembre de 2018, por la compañía Ocean Infinity a unos 500 kilómetros de Comodoro Rivadavia y a una profundidad de 900 metros.
La Comisión Bicameral del Congreso encargada de investigar el hundimiento del submarino ARA San Juan presentó en julio su informe final, en el que afirma que las autoridades de la Armada «subestimaron la gravedad del incidente» y exhibe opiniones divididas sobre el accionar del ministro de Defensa, Oscar Aguad.
Los 12 legisladores que integraron la comisión presentaron el informe en el Salón de los Pasos Perdidos de la Cámara de Diputados, aunque evitaron puntualizar allí las responsabilidades en el hecho y, en cambio, invitaron a leer el documento, al que calificaron como «un informe que es serio y transparente».
Al respecto, la comisión cuestionó la reacción de la cadena de mando de la Armada tras la toma de conocimiento del principio de incendio y apuntó principalmente contra el por entonces jefe del Estado Mayor de la Armada, Marcelo Srur, el jefe de Adiestramiento y Alistamiento, Luis López Mazzeo, y al comandante de la fuerza de submarinos, Claudio Villamide.