El consumo de paco en Salta quintuplica la media nacional
El consumo precoz también se advierte en los datos de las consultas recibidas en los centros de Consulta y Orientación de la ex Agencia de Salud Mental y Adiciones, los cuales indican que el 78 por ciento de las consultas recibidas durante el 2018 “iniciaron su experiencia con las drogas antes de los 18 años”, y que casi el 60 por ciento de consultas se da entre los 14 y 23 años.
Martín Teruel, coordinador de adicciones de la flamante Secretaría de Salud Mental y Adicciones, explicó que si bien los resultados que arrojó la Sedronar son del 2017, la tendencia sigue siendo la misma.
Las cifras muestran que en Argentina se consume en muchas mayores proporciones la cocanía que paste base. Mientras que en el país se consume 5,3 por ciento de cocaína y 0,5 de pasta base, en Salta el consumo de ambas está casi al mismo nivel, 2,7 por ciento de cocaína y 2,5 de pasta base.
La tendencia de mayor consumo de la pasta base se da a nivel regional, en el NOA.
Teruel, que trabaja hace años en el sector público con la problemática, planteó una hipótesis de esta diferencia. Si bien advirtió que su afirmación no es científica, teniendo en cuenta que “el norte argentino es una de las zonas más empobrecidas del país”, y sumado a ese contexto, más la “lectura de los números, hace pensar que el mayor consumo se deba a que la pasta base es mucho más barata que la cocaína”, analizó.
Un gramo de pasta base cuesta alrededor de $600, de ahí salen alrededor de 8 dosis, consumo promedio de un adicto a la sustancia. La duración del efecto es de corto plazo, dura de dos a cinco minutos, por lo que el adicto necesita varias dosis diarias. La pasta base está compuesta por el desecho de la cocaína, pero además puede ser “estirada” con cal, tiza y hasta harina. Mientras que el gramo de cocaína es mucho más caro, cuesta cerca de $1.300.
Los datos de años anteriores ya advertían de un elevado consumo provincial de una de las drogas consideradas como las más nocivas por los daños irreversibles que causa en poco tiempo. En el 2014, también la Sedronar indicó que el consumo de pasta base en estudiantes de Salta alcanzaba el 3,6 por ciento, duplicando la media del país que se ubicaba en el 1,7.
En cuanto al género, el estudio reveló que los varones son los más castigados por el consumo. Mientras que ese género alcanza el 3,5 por ciento, las mujeres representan el 1,5 por ciento. Sin embargo, desde Adicciones se advirtió que se registra un aumento de las consultas de mujeres que antes eran nulas y en el 2018 llegaron al 18 por ciento.
Fuente: Tribuno Salta