El dólar cerró a la baja en una semana complicada
El dólar cerró finalmente a la baja la semana cambiaria más cliente en la plaza local desde el final de la última corrida: quedó a $40,21 en promedio al público
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El dólar cerró finalmente a la baja la semana cambiaria más cliente en la plaza local desde el final de la última corrida: quedó a $39,22 para la venta mayorista ($40,21 en promedio al público), con nuevos retrocesos de 31 y 32 centavos (0,8% promedio) en cada segmento de negocios.
Volver a calmarlo no fue gratuito: le exigió al Banco Central (BCRA) validar un incremento de 5 puntos en la tasa de interés de referencia de la economía en apenas 3 ruedas, una dosis con la que generó un retroceso del 3,3% en el billete desde el máximo de $40,55 que tocó al mediodía del miércoles.
Fue el momento en que quedó a la vista que el intento gradualista que llevaba adelante la entidad que conduce Guido Sandleris (que ya había dejado en pausa la baja de tasas pero apenas validaba dosis homeopáticas de suba) quedaba archivado.
Quedó a la vista porque la entidad desde ese día volvió a intervenir sobre los mercados de futuros del dólar (tras 4 meses de abstinencia) y a convalidar un aumento de la tasa del 44,48 al 49,52% nominal anual, proceso que completó hoy con otra suba de 52 puntos básicos en el interés que la paga a los bancos por comprarle las Letras de Liquidez (Lleliq) a 7 días, aún cuando de esa operación resultó esta vez una expansión de casi $20.000 millones.
La reacción del ente confirma que el principal objetivo del plan es evitar nuevos episodios de volatilidad cambiaria, un altar en el que sacrifica el resto de los objetivos económicos. El problema es que ya no quedan dudas que el plan de estabilización de las variables (que hasta aquí sólo había rendidos frutos en lo cambiario pero mantiene una deuda importante en lo inflacionario) «tuvo fuertes efectos adversos sobre la actividad».
«Desde el segundo trimestre de 2018 la economía se estableció en un proceso de caída constante»,advirtió un análisis del IAE, la escuela de negocios de la Universidad Austral que destacó además que «el estimador mensual de actividad registra disminuciones sostenidas en comparación con meses precedentes e igual mes del año anterior».
El informe plantea «la necesidad de eficientizar las restricciones de la política económica para minimizar los efectos sobre el crecimiento se torna determinante con relación a la sustentabilidad del programa», algo que el episodio de turbulencia cambiaria de esta semana parece haber vuelto a postergar, dado que no tiene dudas que «el estadío consolidado de recesión económica está relacionado con la gestión de la política monetaria con motivo de estabilizar el tipo de cambio y la tasa de inflación doméstica»,
sostiene.
Los analistas creen que con la tasa en torno al 50% anual el BCRA «compró» una nueva estabilización del dólar pero a las vez no dudan que eso puede ayudar a prolongar la recesión.
«Con un nivel de tasa en pesos que compense el retorno esperado de los activos en dólares la calma cambiaria tiene grandes chances de retornar. Sin embargo, hay que tener en cuenta que, por la debilidad de la economía, tanto los riesgos externos como los locales -políticos y económicos- pueden volver a complicar el escenario», advirtió Gustavo Reyes, economista de la Fundación Mediterránea.
Por: Javier Blanco para La Nación