«El gobierno presiona a la Corte para que actué a su conveniencia»
Lo denunció Julio Piumato, Secretario General de la Unión de Empleados Judiciales de la Nación.
Amenaza con un paro en reclamo salarial.
Julio Piumato: Porque estamos pidiendo que se abone el aumento salarial pactado a la Corte que no se hace efectivo. Queda remanente un 10% para noviembre y un 10% para diciembre, pero está trabado porque Jefatura de Gabinete no da orden respectiva y alega –informalmente- que es porque no le gustan los fallos de la Corte Suprema. Es decir que se respeta la independencia del Poder Judicial, siempre que la Corte falle como quiere el Gobierno. Esto es un gran disparate, un contrasentido y está afectando seriamente el funcionamiento de la Justicia.
P.: Pero, ¿oficialmente qué respuesta dan?
J.P.: Bueno, oficialmente hablan con el presidente de la Corte, con el doctor Carlos Rosenkrantz lo están dejando mal parado porque es vox populi que es el representante del Gobierno en la Corte, es el encargado de llevar adelante las negociaciones, le dijeron que no había ningún problema y lo dejan descolocado frente a sus colegas. Así que es una situación bastante seria que está viviendo la Justicia y nosotros estamos reclamando porque el acuerdo que venimos teniendo con la Corte hace años y que permitió hasta este último año que no hubiera conflictos en la Justicia, es no perder frente a la inflación. Este año, con la debacle inflacionaria que ha habido, los sueldos se han agotado y este acuerdo al que habíamos llegado, solucionaba todo. Pero, evidentemente, el diablo metió la cola y el Gobierno pretende presionar económicamente a la Corte para que la Corte actúe de acuerdo a su conveniencia.
P.: ¿Lo que está pasando es que no les transfieren los fondos?
J.P.: El cambio de la partida presupuestaria y un refuerzo de los fondos.
P.: ¿Cómo está hoy el diálogo?
J.P.: El diálogo con el Gobierno lo lleva la Corte.
P.: ¿Y qué le han dicho?
J.P.: Según el presidente de la Corte le habían dicho que estaba todo bien, que le mandaban todo y cuando llegó, llegó la autorización para el primer tramo. Así que, si bien la Justicia está siendo damnificada, el que está descolocado es el presidente de la Corte al que medio tratan como si fuera el empleado de un ministerio y no como el presidente del más alto tribunal de la Justicia de la República.
P.: Entonces, ¿si no hay envío de la partida complementaria va a haber paro mañana?
J.P.: Va a haber paro mañana y martes y miércoles, paro de 36 horas porque avanza el tiempo y no hay soluciones. Creo que en este caso es un capricho del Gobierno y necesitamos que haya una respuesta. Ya conseguimos que se declare la emergencia judicial, la situación de la Justicia es altamente crítica y la parte salarial, que no era un conflicto hasta ahora, se ha sumado con lo cual la situación es bastante delicada.
P.: ¿Cómo evalúa la decisión de la Justicia de disponer la libertad de distintas personas …?
J.P.: Bueno, en general en todos los casos están interviniendo los tribunales orales federales. Fueron encarcelados con la línea que planteó la doctrina Irurzun y que es en la etapa de la instrucción de los juicios. Ahora pasa a una nueva etapa y se ve que los jueces de los tribunales orales federales tienen otro criterio. Es que la prisión preventiva no se justifica mucho, salvo que haya peligro de fuga, que se encuentren detenidos. Lo que sí creo es que toda la población espera justicia. Yo tengo un dicho: tenemos que estar en contra de la corrupción de ayer, de hoy y de mañana. Porque si sigue habiendo corrupción, la Argentina no tiene solución.
P.: ¿Cómo está viendo el tema social?
J.P.: Gravísimo. Gravísimo. En el último debate (presidencial) en Santa Fe, cuando hablaban de los derechos humanos, los candidatos dejaban el tema reducido a una cuestión del pasado y Roberto Lavagna lo puso bien en claro. Los derechos humanos son el derecho a vivir con dignidad y cuando hoy tenemos el 50% de los chicos que están con hambre, con niveles de pobreza tremendos en la Argentina, bueno estamos en un país en el que se violan sistemáticamente los derechos humanos de una inmensa proporción de la población. Y en un país tan rico como el nuestro, nos da tristeza, nos da bronca.
P.: ¿Quién cree que va a ser presidente?
J.P.: Es muy difícil que haya un cambio. No sé si creer en las encuestas, pero ahora hablan de que las distancias se van a extender. Yo prefería una tercera opción, no me parece que sea bueno ni el presente ni el pasado. La Argentina necesitaba algo que nos ayude a salir de la crisis. El propio (Alberto) Fernández, reconociendo los valores de Lavagna, lo quiso llevar de ministro de Economía.