EL Papa Francisco pidió «poner fin a la violencia» en Venezuela
El Sumo Pontífice pidió «responsabilidad política» en Venezuela para «poner fin a la injusticia social y el abuso «.
El Papa Francisco celebró la misa de Pascua y ofreció el discurso sobre los conflictos y otras dificultades en el mundo.
El Sumo Pontífice se refirió en ese marco a la situación que atraviesa Venezuela al solicitar que se tomen «medidas concretas» para resolver la crisis, en el país donde hay una «crisis que continúa y se agrava».
«Que la alegría de la Resurrección llene los corazones de todos los que en el continente americano sufren las consecuencias de situaciones políticas y económicas difíciles», expresó.
«Pienso en particular en el pueblo venezolano: en tantas personas carentes de las condiciones mínimas para llevar una vida digna y segura, debido a una crisis que continúa y se agrava», dijo.
«Que el Señor conceda a quienes tienen responsabilidades políticas trabajar para poner fin a las injusticias sociales, a los abusos y a la violencia, y para tomar medidas concretas que permitan sanar las divisiones y dar a la población la ayuda que necesita», agregó.
En ese marco, El Papa también hizo referencia a la situación en Nicaragua y pidió «que el Señor resucitado ilumine los esfuerzos que se están realizando» en ese país «para encontrar lo antes posible una solución pacífica y negociada en beneficio de todos los nicaragüenses».
Tras celebrar la misa en la basílica vaticana, Bergoglio se refirió además «esperanza para el amado pueblo sirio, víctima de un conflicto que continúa y amenaza con hacernos caer en la resignación e incluso en la indiferencia».
«En cambio, es hora de renovar el compromiso a favor de una solución política que responda a las justas aspiraciones de libertad, de paz y de justicia, aborde la crisis humanitaria y favorezca el regreso seguro de las personas desplazadas, así como de los que se han refugiado en países vecinos, especialmente en el Líbano y en Jordania», indicó.
«La Pascua nos lleva a dirigir la mirada a Oriente Medio, desgarrado por continuas divisiones y tensiones. Que los cristianos de la región no dejen de dar testimonio con paciente perseverancia del Señor resucitado y de la victoria de la vida sobre la muerte», reclamó.
«Insto a las partes implicadas a que elijan el diálogo en lugar de la opresión, evitando que se abran de nuevo las heridas provocadas por una década de conflicto e inestabilidad política», cuestionó.