Francisco pronunció la misa por el Año Nuevo en la Basílica de San Pedro.
El Papa en la Basílica de San Pedro, en el comienzo de 2019. (EFE)
El papa Francisco reclamó hoy «una mirada materna» para afrontar el futuro en un mundo «cada vez más desunido», durante la homilía que pronunció en la misa por el Año Nuevo celebrada en la Basílica de San Pedro.
En la ceremonia, que coincide con la Jornada Mundial de la Paz, se celebra la Solemnidad de María Santísima Madre de Dios y por esa razón el pontífice meditó sobre el papel de la Virgen María y de las madres en general.
El papa Francisco en la Basílica de San Pedro. (EFE)
«Necesitamos aprender de las madres que el heroísmo está en darse, la fortaleza en ser misericordiosos y la sabiduría en la mansedumbre», explicó.
Francisco señaló que «las madres toman de la mano a los hijos y los introducen en la vida con amor», pero advirtió sobre los «hijos que hoy van por su propia cuenta, pierden el rumbo, se creen fuertes y se extravían; se creen libres y se vuelven esclavos».
«Cuántos, olvidando el afecto materno, viven enfadados e indiferentes a todo. Cuántos, lamentablemente, reaccionan a todo y a todos, con veneno y maldad. En ocasiones, mostrarse malvados parece incluso signo de fortaleza. Pero es sólo debilidad», sostuvo.
Por eso reclamó una «mirada materna» en un mundo en el que, dijo, «hay mucha dispersión y soledad a nuestro alrededor».
El Papa aseveró que «un mundo que mira al futuro sin mirada materna es miope».
«Podrá aumentar los beneficios pero ya no sabrá ver a los hombres como hijos. Tendrá ganancias, pero no serán para todos. Viviremos en la misma casa, pero no como hermanos. La familia humana se fundamenta en las madres», planteó.
Y continuó: «Un mundo en el que la ternura materna ha sido relegada a un mero sentimiento podrá ser rico de cosas, pero no de futuro».
Además de esta eucaristía en la basílica vaticana, el papa presidirá al mediodía el rezo del Ángelus.