El Papa regaló 40.000 crucifijos durante el Ángelus dominical
Fueron distribuidos a la multitud por 300 sin techo. El Papa dijo: “No es un objeto ornamental. Es gratis y el que pide dinero por él es un tramposo”.
Después del Evangelio de bolsillo, después de la «Misericordina” (la cajita que contenía un rosario y una imagen de Jesús Misericordioso), Papa Francisco les dio otra sorpresa a los miles y miles de fieles que este domingo colmaban la Plaza de San Pedro para escuchar el Ángelus.
Este es el crucifijo repartido hoy en la Plaza de San Pedro.
Al término de la oración mariana y después de haber saludado a los fieles, Francisco anunció y mostró desde el balcón del Palacio Apostólico su regalo a los asistentes: un crucifijo de metal plateado acompañado de un pequeño cartón con la frase (en italiano, español e inglés): «En la cruz de Cristo está todo el amor de Dios, y está su inmensa misericordia».
El Pontífice argentino explicó: «Hoy, dos días después de la festividad de la Santa Cruz (viernes 14 de septiembre) he pensado en regalarles a ustedes que están en la Plaza, un crucifijo. El mismo es el signo del amor de Dios, que en Jesús ha dado la vida por nosotros. Los invito a tomar este regalo y llevarlo a sus casas, colocarlo en la habitación de los niños o de los abuelos. No es un objeto ornamental, sino un signo religioso para contemplar y rezar».
La Misericordina repartida años atrás por el Papa entre los fieles.
Como en los regalos anteriores, fueron 300 pobres sin techo los encargados de repartir el regalo entre los fieles. Todo de manera gratuita: «¡No se paga eh! Si alguno, después de haber sido repartidos todos los crucifijos, se acerca a alguno de ustedes y quiere vendérselos, es un tramposo. El crucifijo es un regalo del Papa».
El reparto de crucifijos esta mañana en la Plaza de San Pedro (AP).
En su catecismo, el Papa Francisco se concentró hoy sobre el tema del amor: «El amor no es aquel de las telenovelas sino la profunda vocación de cada hombre, porque fuimos hechos a imagen y semejanza de Dios, que es amor».
Francisco le advierte a la multitud que el crucifijo es gratuito y no deben entregar dinero por él, ante algunos tramposos que podrían venderlo (AP).
Y agregó: «Muchas veces, en la vida, y por diversos motivos, erramos el camino, buscando la felicidad en las cosas o en las personas a las que tratamos como cosas. Pero esta felicidad la encontramos, solamente, cuando el amor, el verdadero amor, nos encuentra, nos sorprende, nos cambia. El amor cambia todo, el amor puede cambiar a cada uno de nosotros».
FUENTE.CLARIN