El plan de la UAR que complica al rugby de Tucumán y del NOA
Desde el 9 de marzo y hasta el 10 de agosto de 2019 será el período destinado para la realización de los torneos que llevan adelante la Unión de Rugby de Tucumán (URT), es decir, el Anual y el Regional del NOA, cumpliendo un total de 23 semanas en las que se tendrán que realizar los dos torneos. El problema principal que se le presenta a la URT es el de achicar ambas competencias, ya que el Anual abarca 10 jornadas y el Regional 19. ¿Y ahora qué se hace?
El primer problema que deberá afrontar, de cara al Regional, será el de bajar la cantidad de competidores. Pero claro, con el campeonato actual a semanas de finalizar, no se pueden inventar descensos a dedo, por lo que el año que viene tendrán que seguir siendo 14 los equipo que arranquen con el Torneo. La idea de los directivos, en un principio, es que el año que viene siga siendo la misma cantidad de participantes, en 2020 bajarla a 12 y en 2021 hacer un campeonato en Primera de 10 equipos, 10 en el ascenso y 10 en el desarrollo, dejando separadas las tres categorías, con ascensos y descensos, respectivamente.
El Anual también tendrá sus conflictos, ya que las 10 fechas destinadas tendrán que bajar sí o sí para 2019, si es que el Regional no sufriera modificaciones. Las dudas y las incertidumbres ya están instaladas en la Unión de Rugby de Tucumán, quienes todavía no tienen en claro cómo acomodar las cosas o intentar hacer ─al mismo tiempo─ que crezca la región en su juego, ya que se encuentra al menos un escalón por debajo del rugby demostrado por los equipos de Buenos Aires.
Otro de los problemas que se presentan es qué pasará después de agosto, cuando termine el Regional. En principio, los primeros siete equipos clasificarán a los nuevos torneos del interior (A y B). Pero, ¿qué harán los otros siete equipos que no clasifiquen?, ¿a qué jugarán? Asimismo, de ese torneo del interior, que tendrá otro nombre, los primeros 12 jugarán el nuevo Nacional de clubes en la parte final del año, junto con los 12 equipos que compiten en el principal campeonato de Buenos Aires.
Ese es el panorama actual del rugby argentino, donde la entidad madre busca nuevos horizontes y cada vez se parece más al fútbol, con más dinero y recursos, y dejando de lado a los del interior para que ellos arreglen sus conflictos en base a la bajada de línea que viene desde la UAR. Lindo panorama.