El sobrino de Maradona que brilla en River y que Diego quiere llevar a su equipo en Bielorrusia
Se trata de Hernán López Muñoz, futbolista de la Quinta División del elenco «millonario» y sobrino nieto del ’10’.
En los partidos de la Quinta División de River sobresale en el mediocampo la presencia de un zurdo. Juega de enganche, como los de antes. Con buena pegada y visión para dar esos pases filtrados que duelen y golpean directo en el corazón de las defensas rivales. Su nombre es Hernán López Muñoz, quien ya entrena con la Reserva y tuvo una práctica con la Primera.
Cuando alguien escucha su nombre a la pasada puede pasar desapercibido; pero cuando se enteran de un dato clave muchos comienzan a entender el porqué de algunos de los destellos y movimientos que muestra dentro del campo de juego. Es que en su sangre lleva el ADN Maradona. Este joven es el sobrino nieto de Diego.
Si se empieza a revisar su árbol genealógico uno encuentra rápidamente la conexión. Ana, una de las hermanas del ex campeón del Mundo en México ’86, es la abuela del niño, ya que Daniel López Maradona es su padre.
Firu (apócope de Firulete), como es apodado en los pasillos del Monumental, inició su carrera en el baby. Empezó en Pacífico, para luego desembarcar con sus gambetas en Juventud de Devoto, Agronomía -una filial de Argentinos Juniors- y Cultural de Tapiales.
Al igual que su padre y su tío abuelo, Hernán optó por el Bicho de La Paternal para incursionar dentro de las canchas de 11; aunque la experiencia no terminó como deseaba. «Me fui de Argentinos por cosas que no me gustaban. No jugaba mucho tiempo, entraba poco en los partidos. Llegó un momento en el que quería cambiar de aire», sostuvo el joven en diálogo con Infobae.
Al ver que no tenía la continuidad deseada, pese a destacarse en los minutos que disputaba, a principios del 2014 aceptó la propuesta de River, club al que arribó mediante la recomendación de Gabriel Rodríguez, actual coordinador general de las divisiones inferiores.
«No estuve parado, pero tuve que jugar dos en Liga Metropolitana porque Argentinos no quería darme el pase. A los dos años, al no firmar planilla, quedé libre y pude empezar a jugar en AFA para River», esbozó el mediocampista de 17 años.
López Muñoz tiene la particularidad -y un privilegio, por qué no- de tener «dos entrenadores» que jugaron en su posición. Uno es Juan José Borrelli, entrenador de la Quinta del Millonario. «Juanjo siempre me dice de buscar los espacios y de encarar para adelante».
Pero cuando sale del rectángulo de juego lo espera su padre, quien supo jugar en clubes como Argentinos Juniors, Gimnasia de Jujuy, Mineros, Estudiantes de Mérida y Deportivo Italmaracaibo (los tres de Venezuela), San Miguel, San Martín de Tucumán y Almagro, por ejemplo. «Es muy lindo tener un padre que fue futbolista. Cuando termino los partidos me corrige o me enseña cosas que él ya vivió. O me dice que no haga cosas que él hizo», comentó.
Actualmente se encuentra marcando la diferencia en su categoría, ya que convirtió 3 tanto en sus últimas 4 presentaciones.
Para triunfar en el fútbol uno de los factores, entre tantos, es ser fuerte de la cabeza; virtud que parece tener este volante que también se desempeña como mediapunta. «No me pesa ser familiar de Maradona, no me genera presión. Yo tengo que jugar de la manera que sé», recalcó en la entrevista.
«Siendo futbolista es algo muy lindo ser sobrino nieto de Maradona, por todo lo que fue él dentro del fútbol», soltó con una sonrisa este joven que en septiembre cumplirá recién 18 años. «Algunos compañeros se asombran y otros, los que ya me conocen desde hace mucho, lo toman bien. Yo no soy de demostrarlo ni cancherear con eso ni», expresó.
Pese a la distancia, la tecnología siempre ayuda para estar conectados. Este es el caso de Hernán y Diego, quienes intercambian mensajes asiduamente, ya que hablar por teléfono se dificulta por la diferencia horario que hay con Dubai, donde Maradona, hasta hace algunas pocas semanas, se desempeñaba como director técnico del Al Fujairah.
Tras su salida de los Emiratos Árabes Unidos, el ex Napoli y Sevilla desembarcó en el Dinamo Brest de Bielorrusia, donde tendrá «superpoderes»: será entrenador y presidente a la vez, lo que le permitirá tener total libertad a la hora de contratar futbolistas.
El miércoles pasado sonó el teléfono y una inesperada propuesta se escuchó del otro lado. Maradona dialogó con su sobrino Daniel para llevarse al prometedor futbolista a este exótico destino. «Habló con mi papá para saber si ya era mayor de edad para poder ir para allá, ya que puede llevar cinco extranjeros», reconoció en diálogo con Infobae.
Ser dirigido por uno de los más grandes de todos los tiempos es una tentación, pero Hernán por ahora prefiere apostar por River: «Es un fútbol que no es vistoso y recién empiezo mi carrera. No lo veo ir para allá».
«Me reconforta que piense en mí», aseveró Hernán sobre la posibilidad que se le presentó. Igualmente, oportunidades y ofertas no le escasean. Villarreal de España es uno de los que lo tiene en la mira, pero desde el entorno del jugador prefieren aguardar. «Si lo quieren, que hablen con todos las partes», confesaron.
El ex entrenador de la Selección argentina sigue bien de cerca los pasos de su familiar, pero pese al vínculo hay algo que le «molesta». Con una de las cosas con las que más rápido se lo asocia a Maradona es con Boca, justamente el archirival de River.
«Mi papá le manda mis goles. Dice que estoy muy bien, le gusta que soy zurdo, como él.Lo único que le dice es que cuando le mande los goles le saque el escudo de River», soltó con una sonrisa. Pese al «enfrentamiento», Hernán sostiene que él nunca trató de influenciarlo para que no esté en la entidad de Núñez: «Cuando le contó mi abuela en su momento le cayó bien, más allá de que sea River. Mientras que yo juegue…».
Con el correr de la charla, López Muñoz se abrió y contó el otro lado de Diego, el que está fuera de las luces -y de los escándalos-. «Con la familia es muy bueno, generoso, atento para ver si a alguien le falta algo. Si no llama él, envía a alguien para saber cómo estás», confesó. Y luego, agregó: «En las reuniones siempre pide que estemos todos juntos, en una misma mesa».
A base de goles y buenos rendimientos (deslumbró el año pasado cuando fue campeón con la Sexta División en la Adidas Generation Cup en Estados Unidos), Hernán López Muñoz comenzó a figurar dentro del radar de Marcelo Gallardo, quien decidió subirlo a una práctica con el primer equipo. Ese día quedó grabado en la retina del mediocampista, pero podría haber terminado en un regaño si no hubiese sido por la intervención de Leonardo Ponzio.
«Suelo entrenar con los cordones desatados, y antes de arrancar Ponzio se me acercó y me avisó para que me los ate, porque a Gallardo no le gusta que entrenen así. Me agaché y me los até, por suerte no se dio cuenta», comentó.
Con respecto a la experiencia de entrenar con sus ídolos, sostuvo: «Fue una especie de reducido. Fue una sensación linda tener a los jugadores que ves por la televisión o en la cancha y poder entrenar con ellos». Y sobre estar bajo las órdenes del Muñeco, esbozó: «Fue una sensación única».
Solo el tiempo dirá hasta dónde llegará Hernán López Muñoz; pero por lo pronto ya mostró argumentos como para intentar ganarse un nombre más allá de ser el sobrino nieto de Maradona.