En Tucumàn se pasaron al GNC 1.000 autos en dos meses

Cuando Emiliano y su esposa Gabriela decidieron pasar su auto de nafta a GNC, lo hicieron con una sola idea en mente: ahorrar. Con su casa en Tafí Viejo, sus trabajos en San Miguel de Tucumán, tres hijos pequeños y con los precios en carrera ascendente en los surtidores, el presupuesto semanal de combustible dejaba el bolsillo cada vez más golpeado. Sin embargo, a pesar de representar una inversión inicial importante, sabían que con el equipo de gas natural comprimido ahorrarían dinero. Lo que no se imaginaban es que eso ocurriría en el corto plazo: “retiré el auto el jueves trágico, cuando el dólar llegó a $ 42 y todo se fue a las nubes. Los mecánicos del taller me aplaudían y decían que no podía tener tanta suerte”, dijo. Lo que no sabía él en ese momento es que el reconocimiento de los empleados era porque la instalación le terminó costando casi $ 10.000 menos de lo que vale ahora, apenas dos semanas después.

Aunque no todos pueden tener la fortuna de este matrimonio, cada vez más familias tucumanas apuestan por el GNC para economizar sus traslados. De acuerdo a cifras proporcionadas por el Ente Nacional Regulador del Gas (Energas), a partir de junio, cuando la nafta comenzó a subir a razón de tres veces por mes, la conversión en Tucumán superó los 1.000 autos en dos meses. Así, los vehículos circulando por las calles de la provincia con el tubo amarillo en el baúl pasaron de ser 65.168 a 66.121 en agosto, según el organismo. Pero, ¿cuánto es el ahorro real?

Emiliano contó que su Renault Logan, con motor 1.6 de ocho válvulas, hacía unos 600 kilómetros en ciudad con el tanque de 50 litros lleno (unos $ 1.900 de nafta súper, cuyo litro en YPF cuesta hoy $ 37,91). Ahora, para cubrir esa misma distancia con un tubo de GNC, gasta unos $ 800: debe hacer cinco recargas de unos $ 160 cada una ($ 16,99 el metro cúbico de gas). Es decir que, por cada 600 kilómetros que hace con su vehículo, actualmente se ahorra $ 1.100.

A esta familia le costó $ 33.500 modificar el vehículo de nafta a GNC, hace dos semanas atrás. Debido a la vertiginosa escalada de la divisa norteamericana, la misma transformación hoy vale $ 43.000. De esta manera, en 150 cargas de gas ellos habrán amortizado el gasto que tuvieron por la instalación.

Sacar turno

Transformar un vehículo naftero a gas no se hace de un día para el otro, sino que demanda al menos de una semana según reveló “Mary”, la encargada de ventas de un taller de GNC ubicado en Tafí Viejo. “Desde el año pasado tenemos más instalaciones, pero ahora se incrementó. Tenemos turno para siete o diez días”, indicó. Los operarios de otro local de instalación de GNC, ubicado en Villa Alem, también reconocieron que el incremento de clientes viene desde 2017.

Según explicó “Mary”, los que se deciden a modificar el auto lo hacen por cuestiones económicas.

“Los que tienen doble turno en el trabajo o usan el auto para trabajar son los que más instalan porque lo amortizan rápido. Al subir la nafta, la gente se asusta; no es lo mismo llenar el tanque de gas que el de nafta”, explicó la encargada.

Afirmó que los talleres en general trabajan con tarjetas de créditos para poder financiar el elevado costo de la instalación.

La encargada precisó que en los autos con baúl chico, en general, se instala un tubo de 40 litros, que hoy tiene un valor de $ 38.500. En vehículos con espacios más grandes o que son usados para viajes, se colocan tubos de 60 litros y tiene un costo de $ 43.000.

¿Qué pasará con el precio del gas?

El vicepresidente de la Cámara de Expendedores de GNC, Pedro González, afirmó que en Buenos Aires tienen firmados contratos con las comercializadoras de gas hasta abril del año próximo, por lo que dijo que no se esperan sobresaltos en el precio del metro cúbico, según consignó el portal “Surtidores.com.ar”.

En el resto del país, sin embargo, la situación es diferente dado que los contratos vencen en octubre. A pesar de ello, el dirigente descartó que el aumento del precio del GNC al público sea tal que achique la brecha a favor que tiene con los combustibles líquidos.

FUENTE LA GACETA