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Erdogan se encamina a la reelección en Turquía, a pesar de las protestas

El presidente islamista, que ocupa el cargo desde 2002, alcanza más del 52% de los votos, una vez escrutados el 97% de los sufragios

Recep Tayyip Erdogan, el líder islamista que ocupa el poder en Turquía desde 2002, se encamina este domingo a la reelección como presidente de la República, con casi el 53% de los votos, escrutado el 95% de los sufragios, según el recuento provisional difundido por la agencia estatal de noticias Anatolia. En la doble jornada de comicios presidenciales y legislativos celebrada hoy, su Partido de la Justicia y el Desarrollo (AKP) se aproxima a la mayoría absoluta en el Parlamento, con el 44% de los votos, que sumados al 11% de su aliado Movimiento Nacional (MHP), parece garantizarle el control de la Cámara.

La marea de votos de color naranja, el del emblema del AKP, se extiende por todo el mapa de Anatolia hasta Estambul. Excepto en el sureste del país, donde el prokurdo Partido Democrático de los Pueblos (HDP) afianza su hegemonía al superar la barrera del 10% de los votos nacionales que da acceso al Legislativo, y en la costa mediterránea y en Tracia, región fronteriza con Grecia, donde el Partido Republicano del Pueblo (CHP, socialdemócrata y laico) mantuvo sus feudos y logró agregar, junto a sus socios de derechas y religiosos, un 34% de los sufragios.

En la elección presidencial, que ha acaparado la atención política por el desafío planteado por el socialdemócrata Muharrem Inge, una figura emergente con la que habrá que contar a partir de ahora para el futuro de Turquía, Erdogan ha demostrado una vez más que no hay aún ningún líder en su país capaz de batirle en las urnas.

Pese a la compleja situación económica de Turquía, marcada por la devaluación de la lira frente al dólar y el euro y por una inflación de dos dígitos, el presidente ha logrado la reelección para seguir al frente de la República hasta 2023, cuando se cumple el centenario de su fundación por Mustafá Kemal, Atatürk.

Erdogan ha superado con creces el listón del 50% de los sufragios que le garantiza la reelección directa sin arriesgarse a una segunda vuelta, donde podría haber tenido que afrontar el voto de castigo de todas las fuerzas de la oposición.

El dirigente de centroizquierda Muharrem Inge superó por poco el 30% de los votos, rompiendo el techo electoral del CHP, mientras que la nacionalista conservadora Mere Akserner, que rompió con el sometimiento del MHP a Erdogan para crear el Partido del Bien, y el dirigente encarcelado kurdo Selahettin Demirtas, empataban cerca de un simbólico 8%.

La oposición turca se ha negado a reconocer por el momento los resultados ofrecidos por la agencia estatal de noticias, tachándolos de “manipulación” gubernamental. El candidato opositor Inge ha pedido a sus seguidores que “no abandonen” para impedir eventuales fraudes.

Del mismo modo, ha reaccionado la candidata nacionalista Aksener, que ha obtenido menos votos de los esperados: “¡Apoderados y amigos, no abandonemos las urnas! Debemos protegerlas de los manipuladores intentos de la agencia Anatolia”.

El portavoz del gobernante Partido de la Justicia y el Desarrollo Mahir Ünal, tachó de “inaceptables”, los “ataques y amenazas a las instituciones nacionales, especialmente a la agencia de noticias estatal”. “El Ministerio del Interior ha confirmado que hemos tenido unos de los procesos electorales más seguros”, sentenció, antes de dar por bueno el resultado. “Enhorabuena al país y a la nación, deseo la mejor de las suertes con la entrada del nuevo sistema”, remachó.

En el exterior de la sede del AKP en Ankara se congregaron cientos de simpatizantes para festejar la reelección de su líder, que recibió las felicitaciones de sus aliados políticos, como el líder ultraderechista del MHP, Devlet Bahçeli, y del presidente de Azerbaiyán, país aliado estratégico de Turquía, Ilham Aliyev.

Alta de participación

Los turcos acudieron en masa a las urnas, con una participación superior al 88% del censo. En un colegio electoral de Sisli, un distrito laico y acomodado e la parte europea de Estambul, Seda y Murat, una pareja de treintañeros, tenía clara su elección: “Ince, porque representa a la socialdemocracia. El país ha empeorado en muchos aspectos desde que él gobierna”.

En Çapa, un barrio conservador próximo al centro histórico, Nazmi, un empleado textil que había acudió a votar con su mujer y sus dos hijos pequeños, expresaba su apoyo a Erdogan y al AKP. “Está claro todo lo que ha hecho en 16 años: carreteras, hospitales… y la economía ha mejorado… Los otros partidos solo quieren deshacer el legado de nuestro presidente”.

Fuente: El País

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