Internacionales

¿Francia no ratificará el acuerdo Mercosur-UE?

El gobierno francés aclaró que revisará cuidadosamente el acuerdo, especialmente en las áreas agrícolas y medioambientales

Francia ha levantado uno de los principales frenos para que la Unión Europea firmara el acuerdo comercial con Mercosur, pero eso no quiere decir que su ratificación esté ni mucho menos garantizada. Antes de estampar su firma París realizará un análisis minucioso de todos los puntos y, sobre todo, de las “líneas rojas” que el Gobierno francés marcó para poner fin a los casi 20 años de negociaciones que han marcado este tratado, especialmente en materia de medioambiente y de protección de los sectores agrícolas más sensibles, ha advertido el Gobierno galo este martes. El toque de atención va dirigido especialmente al Gobierno brasileño de Jair Bolsonaro, ha puntualizado Francia.

Las alarmas saltaron a primera hora de la mañana, cuando la portavoz del Gobierno, Sibeth Ndiaye, decía en una entrevista televisada que “Francia, en estos momentos, no está lista para ratificar” el acuerdo anunciado el pasado viernes en Bruselas entre la Unión Europea y los miembros del Mercosur (Argentina, Brasil, Uruguay y Paraguay). “Vamos a mirarlo con detalle y, en función, de estos detalles se va a decidir”, agregó en la cadena BFMTV.

Fuentes del Elíseo se apresuraron a afirmar que dichas declaraciones no chocan necesariamente con el visto bueno general que le dio el presidente Emmanuel Macron al acuerdo durante la cumbre del G20, el fin de semana pasado en Osaka (Japón), y que se refieren a que el proceso será aún largo antes de que llegue hasta los parlamentos nacionales para su ratificación final. “Considero que este acuerdo, en este estadio, es bueno, teniendo en cuenta que las demandas que habíamos formulado han sido totalmente tomadas en cuenta por los negociadores”, declaró Macron en la ciudad japonesa. Se refería el mandatario a las tres “líneas rojas” que fijó París: un “reconocimiento explícito del Acuerdo de París”, específicamente un compromiso “claro” por parte de Brasil de que respetará este acuerdo sobre el cambio climático; el “respeto a las normas medioambientales y sanitarias” y, finalmente, una “cláusula de salvaguarda” para los productos agrícolas de los sectores más sensibles, punto que Francia defiende como un hito en el acuerdo comercial.

Sin embargo, varios ministros de Macron han dejado claro a lo largo del día que Francia no va a poner las cosas fáciles.

“No habrá un acuerdo al precio que sea. La historia no ha terminado”, ha declarado el ministro de Agricultura, Didier Guillaume, en la sesión de preguntas y respuestas en la Asamblea Nacional, donde el acuerdo fue criticado por numerosos diputados tanto de izquierdas como de derechas.

El ministro ha llamado a la “prudencia” porque, recordó, “ninguno de nosotros hemos tenido aún en nuestras manos” un acuerdo que, además, ha sido pactado por la Comisión Europea “saliente”. “Vamos a esperar a ver qué hay exactamente en ese texto. Estaremos vigilantes”, ha prometido. “No seré yo el ministro que sacrifique la agricultura francesa al altar de un acuerdo internacional”, ha agregado.

Por su parte, el ministro de Asuntos Exteriores, Jean-Yves Le Drian, ha prometido que las líneas rojas impuestas por París son “firmes” y que Francia no permitirá que se traspasen. “No basta con una declaración, hacen falta actos. Y cuando veo que sobre el Acuerdo de París hay un giro considerable del presidente de Brasil, pedimos que se concrete con orientaciones precisas. Por eso decimos que vamos a mirarlo bien” antes de ratificarlo, ha explicado.

El Gobierno de Jair Bolsonaro es claramente una de las principales inquietudes de Francia. El ministro de Transición Ecológica, François de Rugy, también ha lanzado una advertencia a Brasilia.

El acuerdo “no será ratificado más que si Brasil respeta sus compromisos”, ha declarado a la emisora Europe 1, donde también ha prometido que París, antes de firmar nada, “desmenuzará” el acuerdo para analizarlo punto por punto. El camino, reconoce también el Elíseo, es aún largo.

Fuente: El País

Botón volver arriba