Gabriela Sabatini y una pasión oculta muy especial
«Lo lindo que tiene el café es el ambiente que lo rodea. Las cafeterías son lugares hermosos. Ahí me puedo quedar horas, sola o acompañada», reveló Gabriela Sabatini(47) en una reciente entrevista con el periodista Nicolás Artusi, autor del libro Café, especialista y auténtico sommelier de esa bebida. Hermética, misteriosa y siempre discreta con su vida privada, la mejor tenista argentina de todos los tiempos acaba de confesar una pasión de la que poco se conocía: el café en sus distintas formas.
Según reveló en diálogo con el periodista de La Nación, en la actualidad su afición es tan grande que llegó a estudiar sobre el tema, a hacer varios cursos teóricos y prácticos, y a coleccionar cafeteras de todo tipo y origen. Entre sus variedades predilectas está el capuccino, que Sabatini prepara con gran destreza.
«De golpe me di cuenta de que estaba metida en todo lo que tenía que ver con el café», le contó a Artusi la ex deportista, que pasa gran parte de sus días en el exterior y no suele brindar muchas entrevistas a la prensa. Una de sus ciudades predilectas es Zúrich, Suiza, donde justamente estudió sobre café. Pero ese no es el único lugar donde se mete de lleno con su verdadera devoción barista. Según reveló, adora visitar cafeterías del mundo. ¿Una de sus ciudades preferidas para probar diferentes versiones de café? Nueva York, ahí donde en 1990 derrotó a Steffi Graf y obtuvo su único y memorable título de Grand Slam.
La ex tenista también le contó a Artusi que se hizo experta en preparar café en su casa, para lo que investiga sobre granos, varietales y las mejores máquinas de café, de las que tiene una auténtica colección en sus diferentes casas.
«Lo fundamental del café es que te lo preparen con cariño: te das cuenta quién pone amor al hacerlo y eso hace mucho al resultado final», aseguró Sabatini.
De hecho, en la última foto que subió a su cuenta de Instagram la ex deportista, que en la actualidad tiene más cafeteras que raquetas, exhibe con orgullo un café que hizo ella misma en su hogar. «Hecho en casa: 50% Brasil 30% Guatemala 20% Etiopía Bluestone Lane Maverick», escribió y mostró una fotografía en la que se luce una taza humeante.
Durante sus 14 años como tenista profesional, la deportista ganó 39 títulos: 27 en individuales y 12 en dobles. Entre otras participaciones destacadas, además del triunfo en el Abierto de Estados Unidos, ganó la medalla de plata en los Juegos Olímpicos de 1988. Desde entonces se convirtió en uno de los emblemas del deporte argentino en el mundo.
En el año 2000 recibió el Premio Konex de Brillante a la mejor deportista de la década y en 2006 su nombre se instaló definitivamente el Salón Internacional de la Fama del tenis.
Desde su retiro, en 1996, Gabriela Sabatini se dedicó a viajar por el mundo. Introvertida y muy reservada, de su vida personal fuera de los courts se conoce poco. Entre otras actividades, además de participar de exhibiciones solidarias en el mundo del tenis, se dedicó a la vida empresarial con el lanzamiento de su marca de perfumes.
En febrero de este año la deportista estuvo de visita en la Casa Rosada, donde almorzó con el ministro del Interior, Vivienda y Obra Pública, Rogelio Frigerio. Apenas circularon las fotos del encuentro, se encendieron las especulaciones sobre el posible ofrecimiento de una candidatura política a la ex número tres del mundo. Pero Sabatini negó rotundamente cualquier intención electoral y descartó que la hubieran tentado para ocupar alguna lista en el futuro. Al parecer, la única tentación a la que no se puede resistir se sirve en un pocillo.