Notas de Radio

Gijena, sobre el caso de la nena de 11 años violada: «No dude un minuto que esto era lo que había que hacer»

El ginecólogo aclaró que no cobró por el procedimiento. Además, denunció amenazas y que le negaron la matriculación de uno de sus hijos en un colegio de la Capital

La nena de 11 años violada por la pareja de su abuela que fue sometida a una cesárea esta semana en el Hospital del Este continúa evolucionado de forma favorable. Sin embargo, las repercusiones del caso continúan para muchos de los protagonistas del caso. Uno de ellos es el ginecólogo que decidió realizar la práctica quirúrgica junto a su esposa, José Gijena, quien pasó este sábado por Café Prensa.

«Para mí la cesárea transcurrió de forma normal. Me sentí útil para que Lucía pueda gozar un derecho que le correspondía. Al día siguiente seguí con mi vida, con mi cirugías programadas», afirmó Gijena. Pero, según relató, las primeras amenazas llegaron incluso antes de que lo llamaran a participar del caso e incluso le negaron la matrícula de uno de sus hijos en un colegio privado de la Capital. «La Justicia nos amedrentó. Una persona, que se identificó como del ministerio público fiscal, nos pidió nuestros datos apenas salimos del quirófano», manifestó.

Gijena negó haber recibido presiones desde el Ministerio de Salud de la provincia. «Desde que se contactaron conmigo las autoridades, todo se desencadenó en forma normal. Me brindaron todas las libertades. Yo fui a evaluar, desde el punto de vista médico, a una nena de 11 años embarazada y tuve las garantías de trabajar con total libertad», precisó.

De quienes no tuvo la colaboración fue, justamente, de los profesionales que, dentro del quirófano, se negaron a realizar la práctica. «No creo que haya objetores de conciencia, sino gente que tiene miedo de hacer lo que debía hacer. Lo curioso es que no querían participar, pero tenían preparados los teléfonos para filmar y sacar fotos. Esto no es un circo», manifestó.

Gijena también aclaró durante la entrevista que no cobró honorarios por realizar la práctica. «Me ofrecieron pagarme, pero no acepté», ratificó.

Al respecto sobre si cree que este caso puede hacer la diferencia en el futuro para situaciones similares, Gijena opinó: «Viendo cómo piensan las autoridades provinciales y nacionales, lo veo complejo. Hay algunas acciones como, por ejemplo, que el arzobispo de Tucumán de a conocer el nombre real de la víctima que pueden verse como una maniobra de amedrentamiento para que la nena y la familia continúen con el embarazo. No hay que inventar nada, se tienen que aplicar los protocolos vigentes».

Por último, consultado se siente un «héroe» como muchos medios lo calificaron, Gijena negó con la cabeza: «No. Justo me llamaron a tomar acción concreta, fue destino. No dude un minuto que esto era lo que había que hacer».

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