Gobierno vs. Indec
Dice que hay 1 millón de personas más con cloacas que las informadas
La polémica surgió cuando el ente publicó datos de condiciones de vida que no muestran mejoras.
El Gobierno de Mauricio Macri y el el Instituto Nacional de Estadística y Censos (Indec) se cruzaron en la polémica menos pensada, cuando el organismo publicó datos sobre las condiciones de vida de habitantes de 31 aglomerados urbanos del país.
Los datos de la Encuesta Permanente de Hogares indican que, durante los últimos tres años, el acceso a redes de agua corriente, cloacas y gas natural quedó detenido. La información da de frente con lo planteado por la Casa Rosada, que busca centrarse en ese tipo de inversión para defender su gestión, antes de las elecciones 2019. Desde la Casa Rosada se dice que el acceso a las cloacas subió 4,5% con la gestión Cambiemos. Entre los datos mostrados por la administración macrista y los de la EPH existe una diferencia de 1 millón de personas con acceso a la red cloacal.
La contradicción es tal que Pablo Bereciartua, secretario de Infraestructura y Política Hídrica del Ministerio del Interior, sostuvo en una entrevista: «Voy a pedir que se mire en detalle cómo mide el Indec el acceso a agua corriente y la conexión a la red cloacal».
El funcionario sostiene que la «muestra estadística» no refleja la inversión que hizo el Gobierno de Macri para expandir esas mismas redes.
El Indec publicó información sobre las condiciones de vida de 27,9 millones de personas que viven en los 9,17 millones de hogares de 31 ciudades de la Argentina, donde consignó que el acceso a las redes de agua corriente, cloacas y gas natural está estancado desde 2016. El informe sobre Condiciones de Vida surge de la Encuesta Permanente de Hogares (EPH) del Indec.
El informe habla sobre las características habitacionales (calidad de la vivienda, condiciones de hacinamiento) el acceso a servicios públicos (agua corriente, gas de red y desagües cloacales), la cobertura médica y el nivel educativo, entre otras cosas.
El Indec anunció que en el segundo semestre de 2018 había 9,17 millones de hogares en los 31 aglomerados urbanos, o unos 300.000 más que dos años antes (8,87 millones). Las conexiones a la red de agua crecieron al mismo ritmo (unas 300.000). Los accesos a cloacas, a un ritmo menor (200.000 más). Y la red de gas, a un ritmo bastante menor (130.000 nuevas conexiones).
En estos años, la cantidad de habitantes aumentó en 570.000 (pasó de 27,31 millones a 27,88 millones). La población con agua corriente aumentó a la par: hubo 580.000 personas más que accedieron a este servicio. Pero el Indec relevó que el acceso a cloacas aumentó menos que el incremento de la población (460.000 habitantes más con servicio en dos años). Y que la cantidad de habitantes que accede al gas de red creció bastante menos: 270.000 habitantes.
En otras palabras: hubo más conexiones en términos absolutos, pero no tantas como se ha dado con la expansión demográfica.
En porcentajes, a fines de 2016, el 87,8% de los habitantes tenía agua corriente. Esa cifra creció a 88,3% a fines de 2017 y llegó al 88,1% en diciembre de 2018. Las cloacas llegaban en el segundo semestre de 2016 al 65,3% por ciento de los habitantes. Un año más tarde, la cifra reportada fue del 65,7%. Y a fines de 2018, del 65,5 por ciento. Y la cantidad de personas que viven en hogares conectados a la red de gas natural pasó del 65,7% de la población, en el segundo semestre de 2016, al 65,3% dos años más tarde.
El Ministerio del Interior dio a conocer por su lado sus propios datos y mediciones.
«Entre 2016 y 2018, incorporamos 817.000 habitantes a la red de agua potable y 1,5 millones a la red de cloacas. Considerando estas nuevas conexiones y el crecimiento poblacional, tenemos una estimación de cobertura en área urbana para diciembre 2018. Esta estimación es del 88,6% de agua y el 62,5% de cloacas», se informó.
Según Interior, la cobertura en áreas urbanas para el agua subió 1,5 puntos porcentuales y, en cloacas, 4,5 puntos.
¿Por qué se da esta diferencia de medición?
Bereciartua, responsable del área que lleva adelante las obras de cloacas y agua potable, sostuvo que: «Seguramente, lo que publicó el Indec es correcto y hay que destacar que la Argentina vuelve a tener información, pero la EPH hace un muestreo». Y agregó: «Hay que ver cómo es la muestra y cómo mide el Indec. Voy a pedir que miren en detalle cómo mide el Indec».
Bereciartua pasó revista por las inversiones del Gobierno en el área. A pesos constantes de 2018, la Argentina venía invirtiendo $16.000 millones por año y desde 2016 el promedio oficial es de $21.000 millones por año, con picos de $23.000 millones, o sea, un 40% más», dijo. «Por primera vez, desde enero de 2016 hemos puesto en marcha un sistema de licitaciones transparente, online, y llevamos 250 licitaciones, con precios que son 30% menores a los que había hasta diciembre de 2015», agregó, y completó: «Si hay 40% más de inversión con 30% de ahorro, casi se duplica la inversión y se hacen obras que antes no se quería hacer, sobre bases transparentes y auditables».
Las estadísticas del Indec se enfrentan a los números que el Gobierno pretende mostrar para mostrar la mejora en las condiciones de vida.
«Me angustia que haya chicos que no tienen para comer, pero antes convivían literalmente con la mierda», dijo hace poco el presidente Macri.
La gobernadora María Eugenia Vidal reforzó el concepto una semana más tarde, al inaugurar junto con el Presidente una planta potabilizadora para mejorar el agua a vecinos de La Plata, Berisso y Ensenada. «Yo sé que con ese mismo cinismo te van a decir y ahora cómo llegas a fin de mes, muy linda la cloaca, muy linda el agua potable, pero tengo que pagar las cuentas. Yo creo que vale la pena discutir este camino, este camino más largo, más profundo que fue muy difícil el último año pero es el de verdad. Con hecho concretos”.
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