Incertidumbre por la continuidad de la carrera de Veterinaria
Los actuales estudiantes tienen asegurada su continuidad y validez del título al estar avalados por la última acreditación. Debe definirse si espera hasta 2019 o si presenta a la Coneau un nuevo proyecto de carrera.
Por estos días las autoridades de la facultad de Agronomía y Zootecnia de la UNT se encuentran ante la encrucijada que les planteó la Comisión Nacional de Evaluación y Acreditación Universitaria (Coneau) al no haber acreditado la carrera de Veterinaria.
La semana pasada circuló un comunicado de las autoridades que explicaban que el proceso de evaluación había concluido y que el “resultado del mismo fue la no acreditación por no haber alcanzado los estándares necesarios en los tiempos que la Comisión requiere”. Esto tiene una dimensión práctica que es la imposibilidad de abrir las inscripciones para el ingreso del año que viene, pero también una arista política que reaviva la picazón que produce en cierto sector universitario el hecho de que haya pares evaluadores. No por la evaluación en sí, sino por los parámetros y criterios de esa evaluación. Más si las consecuencias pueden ser graves, como es cerrar un ingreso. “Se deja constancia que los estudiantes de la Carrera tienen asegurada su continuidad y validez nacional de su título por encontrarse avalados por la última acreditación obtenida”, aclaraba otra parte del comunicado emitido por la FAZ. Hoy la facultad tiene dos posibilidades: o espera que se abra un nuevo período de acreditación (2019) o presenta hasta el 30 de este mes un nuevo proyecto de carrera ante la Coneau. Esta última opción es la que el Consejo Directivo está definiendo y lo que opinan que es lo correcto las autoridades de la UNT. Claro que el nuevo proyecto deberá incluir las recomendaciones que Coneau hizo y por las cuales le negó la acreditación: quirófano para animales grandes, cuerpo docente conformado por veterinarios, entre otras cosas. Algunas de las cuales la FAZ sabe que podrá sortear y otras que no. Por eso será clave la fundamentación que haga en el nuevo proyecto.
Aunque las autoridades confían en que obtendrán el visto bueno de los evaluadores, siempre queda un margen para que ocurra todo lo contrario. Los meses que vienen van a ser intensos, ya que una vez que envíen el nuevo proyecto correrán la carrera para ver si obtienen la acreditación antes de marzo, fecha de inscripciones. Antes de ese mes deberá volver una comisión evaluadora y emitir un informe. “Nuestra Facultad en forma conjunta con el Rectorado de la UNT se encuentran abocados a la presentación de un nuevo Proyecto de Carrera de Grado, para su posterior evaluación y consecuente reconocimiento. Se comunica que la inscripción de nuevos aspirantes se encuentra suspendida hasta que la Coneau resuelva positivamente la nueva presentación”, finalizaba el comunicado.
Paulo Falcón, director nacional de Gestión Universitaria (DNGU) señaló: “lo central es que la facultad rectifique todo lo que se le ha señalado y plantee un esquema que garantice que esas observaciones puedan tener una notoria mejoría. Lo importante de estos procesos de evaluación tiene que ver con la mejora, es un instrumento para mejorar. Si en relación con ese informe no hago nada pierdo la oportunidad”.
“Las carreras comprendidas en el artículo 43 de la Ley de Educación Superior (N° 24.521) tienen procesos de evaluación periódica que deben responder a estándares propuestos por la Coneau”, explicó Marta Tuzza, secretaria Académica de la UNT. Los plazos pueden ser por seis o por tres años. La última acreditación de Veterinaria había sido en 2013 por tres años (Resolución 298/13). En 2016 los evaluadores visitaron las instalaciones de la facultad, entrevistaron a autoridades, docentes, alumnos y personal administrativo de la carrera. También recorrieron las instalaciones y revisaron la currícula.
La conclusión fue que la carrera no podía ser acreditada porque no cumplía con los estándares propuestos. “Lo que ellos vieron es que en 2016 no habían resuelto todo lo que se les había pedido”, indicó Tuzza. Algunas cuestiones fueron debidamente fundamentadas por la facultad, pero eso no cambió la resolución de la Coneau. La funcionaria reiteró que de ninguna manera está en riesgo la carrera, ni los alumnos ni el cuerpo docente. “Hay preguntas como: ¿Por qué años anteriores acreditó con el mismo cuerpo docente y ahora no?”, dijo Tuzza. Hay varios planteos de este tipo, algunos medulares como por ejemplo: ¿Por qué debemos pasar por la evaluación de Coneau? El ente surgió junto con la LES a principios de los años 90 y está bajo la órbita del ministerio de Educación de la Nación. En síntesis, la facultad corre una carrera contra el tiempo. Deben presentar un nuevo proyecto y esperar la decisión del ente nacional, que definirá si habrá inscripciones o no.