Jaldo y Alfaro no ceden y monopolizan la disputa política
Se acusan de no respetar las instituciones.
Las tensiones del año electoral parecen estar en franco ascenso.
El vicegobernador Osvaldo Jaldo (PJ-FPV) y el intendente capitalino Germán Alfaro (APB-Cambiemos) protagonizaron ayer un duro cruce mediático. Sólo coincidieron en señalarse mutuamente por supuestas faltas de respeto hacia los poderes del Estado provincial.
En ambos espacios analizan las razones de la disputa y reconocen que, hasta ahora, la relación venía siendo “cordial”. Voceros del jefe municipal sostienen por lo bajo que detrás de las recientes críticas efectuadas por el radical Ariel García, vicepresidente 2° de la Cámara, por el mal estado de un CIC municipal hubo “una mano” de Jaldo. “Están totalmente equivocados”, dijo un referente legislativo.
En la edición de ayer, Alfaro había objetado a Jaldo y le reclamó que destinara los $ 2.000 millones del presupuesto de la Legislatura a financiar obras hídricas.
“Veo con preocupación que el Intendente viva atacando a los diferentes poderes del Estado. Hemos visto que lo hizo con el Poder Judicial cuando hubo una sentencia que no lo ha favorecido. Hoy vemos que nuevamente (lo hace) sobre el Poder Legislativo”, replicó Jaldo, tras recibir en su despacho a concejales afines a la Casa de Gobierno. Y añadió: “a Alfaro le gustaría que no existiese la Legislatura ni el Concejo Deliberante; él se sentiría mucho más cómodo de gobernar sin el Concejo”. Y recordó que Alfaro “viene de una formación militar”. “Los concejos deliberantes y las legislaturas no existen en los gobiernos de facto. Entonces, por ahí quiero entender la animosidad que tiene el intendente con los cuerpos colegiados”, retrucó.
Alfaro no se quedó atrás. “La política que despliega el vicegobernador es la marca registrada del alperovichismo: el apriete. Es por eso que se reúne con concejales, para mandar mensajes de disciplinamiento al estilo alperovichista”, sostuvo. Añadió: “si Jaldo cree que puede subestimar a los tucumanos desviando la atención de los verdaderos problemas, no está a la altura de las funciones para las que fue elegido”. Y se consideró “un orgulloso egresado del Liceo Militar”. “Como tal, soy respetuoso de la institucionalidad. No voy a aceptar que diga que voy contra los poderes quien desde su sillón dicta leyes para perseguir a los jueces”, afirmó Alfaro. “Esta es la realidad de nuestra provincia. Gobernantes apretadores y sentados sobre un presupuesto multimillonario mientras el agua se lleva pueblos enteros sin que a nadie le importe nada. La Provincia tiene $ 55.000 millones de presupuesto; la Legislatura, $ 2.000 millones. Solucionen la situación de los pueblos inundados, nadie más que el Gobierno provincial es responsable”, bramó.