El delantero de la selección nacional podría declarar en el juicio a Los Monos por videoconferencia
El delantero del Atlético Madrid, Ángel Correa, faltó ayer a la cita de testigos por razones laborales.
El tribunal que juzga a 25 acusados de integrar la banda narcocriminal rosarina «Los Monos» resolverá en las próximas horas si ordena declarar por videoconferencia desde España al futbolista del Atlético de Madrid Ángel Correa.
La fiscal del juicio, María Eugenia Iribarren, informó este martes que «se planteó la posibilidad de que Correa declare por videoconferencia, porque vive en Madrid» y aclaró que «eso se va a resolver mañana (por hoy) para ver las posibilidades técnicas».
El ex delantero del club de Boedo debía presentarse a declarar el pasado 21 de diciembre, pero no lo hizo por razones laborales.
Tras un exitoso paso por San Lorenzo de Almagro, donde debutó a los 18 años y se coronó campeón de la Copa Libertadores, se lo vinculó a «Los Monos» a través de su representante, Francisco Lapiana, quien está imputado en la causa. En 2014, la Justicia le impidió al club argentino realizar la trasferencia, aunque luego la situación se destrabó y Correa viajó a España para sumarse al equipo «colchonero».
Lapiana tenía relación con Ramón «Monchi» Machuca, uno de los líderes de Los Monos. Está acusado de lavar dinero proveniente de la comercialización de estupefacientes a través de transferencias de futbolistas. En 2013 fue indagado y un año después el juez Juan Carlos Vienna lo imputó y le dictó prisión domiciliaria.
La Justicia cuenta con escuchas telefónicas en las que el propio jugador dialoga con miembros de la banda que operaba en el barrio Las Flores, de donde es oriundo Correa.
Por otra parte, la fiscal Iribarren se refirió a las dificultades de lograr declaraciones de testigos en la primera etapa del proceso por «asociación ilícita», a raíz del «temor» a represalias: siete faltaron por esa razón.
«Se habían citado testigos que no pudieron ser localizados o manifestaron que no querían venir por el temor que sentían o no contestaron nada», manifestó.
De origen humilde y nacido en una familia numerosa, Correa sufrió la muerte temprana de su padre y de uno de sus 10 hermanos. A pesar de haber crecido entre la marginalidad y la violencia que habita en el barrio Las Flores, supo mantenerse ligado al fútbol y abstraerse del entorno. En una entrevista con la revista El Gráfico en 2014, el joven que hoy tiene 22 años declaró: «Conocí gente que se drogaba y todo, y cada vez que ellos me veían me decían: «nunca te queremos ver con esto, vos tenés que dedicarte al fútbol. Si te vemos con esto, te matamos (…) Y yo mismo también veía que había un montón de pibes que la `rompían´ en el barrio y después se quedaban en el camino, porque fueron padres, o por la droga, o por el alcohol, o porque fueron heridos de bala por estar parados en un lugar en el que no tenían que estar…»