El kirchnerismo se siente vivo en Santa Cruz pese a la derrota y Cambiemos analiza errores
Río Gallegos amaneció con resaca electoral y confusión política.
Bajó la espuma de las primarias y ahora cada sector cuenta heridos y piensa qué hacer en octubre. Lo cierto es que los dirigentes de Cambiemos no están tranquilos y ya piensan qué hacer, no sólo para evitar fuga de votos ante un posible entusiasmo kirchnerista, sino para analizar cómo mejorar la performance del domingo.
La primera decisión ya se tomó y fue incorporar en la lista de octubre al dirigente radical Pablo «Pato» Fadul, quien compitió en la interna contra la lista del diputado nacional Eduardo Costa. Fadul obtuvo cerca de 20 mil votos y en la UCR creen que gran parte de sus seguidores, cerca de 15 mil, son los votantes que perdió Costa en comparación con la última elección. Cambiemos no quiere fugas ni que la interna que pasó deje heridos que lastimen.
Con el campo de batalla en silencio, el análisis cualitativo de los números es sorpresivo y preocupa a varios. Cambiemos ganó un territorio arrasado pero el kirchnerismo fue el verdadero protagonista: mientras esperaba un decoroso 20%, que al menos lo mantenga en carrera para no perder en riesgo la banca por la minoría, el FPV se llevó 30 puntos, quedó a 15 de Cambiemos y ahora le sobra entusiasmo, algo desmedido por cierto pero entendible.
La brutal crisis político social que golpea la provincia tuvo su principal señal anti política en dos variables. Sólo votó el 69% del padrón, poco más de la mitad, sin poder haber cumplido con el promedio histórico de votantes que supera el 72% de asistencia. Y a los ausentes se les suma el importante protagonismo que adquirieron los votos en blanco y nulos: juntos sumaron el 9% (12 mil votos). Ese número, sumado a la baja concurrencia, es el nicho a pelear por ambas fuerzas. Costa no quiere poner en riesgo su hegemonía y el kirchnerismo busca recuperarse y dar pelea.
Funcionarios de Alicia Kirchner se reunieron el lunes en mesa chica y el balance para ellos fue positivo: consideran que la elección fue un regalo y analizan que, levantado el paro docente y solucionados focos con distintos gremios, la provincia puede normalizarse. Esa posible situación les permitiría realizar una mejor campaña, que esta vez si contará con la presencia del gabinete provincial al que se le ordenó «que salga a la calle».
El vicegobernador de Santa Cruz, Pablo González, fue categórico: «Este es nuestro piso, ahora empezamos a crecer». Eso mismo es lo que creen. «Si con todo el desastre que hicimos hay un 30% que nos elige, ese voto no se va. Si mejoramos, sumamos», afirmó ayer a Infobae un importante funcionario de Alicia Kirchner. Son positivos pero la realidad es que el escenario tampoco es tan fácil.
Costa lideró la oposición desde hace 10 años y logró constituirse casi como un emblema de la oposición santacruceña al kirchnerismo. Encabezó la lista para distintos en cargos en las últimas siete elecciones, lo que invariablemente le permitió construir un piso firme de 40 puntos.
La figura del radical genera posiciones encontradas. Parte del radicalismo no lo quiere y en el electorado genera iguales amores y odios, pero lo concreto es que el votante lo considera, aunque no le guste, como el único en condiciones de manejar la provincia (al menos eso logró instalar). Costa es un importante empresario con una fortuna que supera los 100 millones de pesos. Ese éxito empresarial le da un plus a la hora del balance frente a otros candidatos.
En la Rosada consideran a Costa como el único referente posible y tiene llegada directa tanto con el jefe de Gabinete, Marcos Peña, como con el ministro del Interior, Rogelio Frigerio. En la campaña santacruceña, Cambiemos evitó mencionar a Mauricio Macri, principalmente porque los problemas provinciales son tan grandes que los errores o aciertos del macrismo no le llegan al santacruceño.
El triunfo de Cambiemos en octubre no está en duda. El interrogante es cuánto podrá descontar el kirchnerismo y en qué condiciones queda el Gobierno de Alicia Kirchner de cara al 2019. El FPV encontró una burbuja de aire en una elección que se suponía debía ser el anticipado certificado de defunción. Costa deberá rearmar su estrategia para mantener su 45% y evitar que Alicia acomode sus filas y rearme a sus soldados. Para eso, necesitará más presencia asistencialista del Gobierno Nacional y reposicionar su candidatura en la zona norte provincial donde no hizo una buena elección