La gestión del Gobierno Nacional, es regular tirando para mala”.
Juan Grabois criticó a Alberto Fernández: “No corta el bacalao, se necesita un liderazgo fuerte”.
La gestión de Alberto Fernández comenzó en diciembre y tres meses después la pandemia del nuevo coronavirus impactó de lleno en el mundo y obligó a cambiar el rumbo de todos los gobiernos. En medio de una Argentina en cuarentena, el dirigente social Juan Grabois, referente de la Confederación de Trabajadores de la Economía Popular (CTEP), no dudó en afirmar que está «desencantado» con el Gobierno.
«Veo con mucha preocupación que el Presidente no corta el bacalao y que sigue fragmentando el poder entre distintas fracciones en un momento en el que se necesita una orientación clara y un liderazgo muy fuerte en todas las áreas», remarcó.
En una entrevista con el diario La Capital de Rosario, realizada por el periodista Mariano D’Arrigo, el dirigente social fue muy crítico con las medidas como IFE o Tarjeta Alimentar y las calificó como «soluciones fáciles» que «tienen un costo presupuestario muy grande, pero no ningún impacto más que el emparchar, en poder comprar algunos paquetes de fideos más».
«No le cambia la vida la gente y tampoco resuelve el problema del hambre, porque los más golpeados ni siquiera tienen la tarjeta porque no tienen documento, porque la entrega no se realizó en tiempo y forma o porque viven en comunidades campesinas e indígenas donde no hay lugares donde puedas usar la tarjeta. El problema es que hay un desconocimiento muy grande en los principales niveles de gobierno de la compleja trama en la que vive, por los menos, un tercio de nuestra población, que incluye movimientos sociales, iglesias y municipios, pero también narcos. Hay distintos estratos de la miseria, distintas generaciones», agregó.
Consultado sobre si la situación mejorará postpandemia, Grabois fue lapidario: «Estoy muy desencantado, mis expectativas son muy bajas. Seguiremos con nuestros reclamos puntuales y concretos, como el salario social, al acceso a la cobertura en salud y los proyectos de urbanización de los barrios. Lo haremos de la manera en que lo hacemos siempre: primero, a través del diálogo, después a través de la movilización, la acción directa. Me da mucha lástima, mucha tristeza, esperaba otra cosa del gobierno. Tengo la impresión de que esa otra cosa no va a estar y que habrá representaciones teatrales. No quiero ser parte de eso, quiero ser parte de una transformación».
«El tema -siguió- es cómo vamos a reconstruir la Argentina desde las cenizas, y no veo que haya una política para eso. Me da mucha tristeza, porque tenía esperanza, y todavía tengo alguna, cada vez más chica, de que este gobierno tenga una política de transformación más profunda. Me decepciona que no haya un proyecto de país más allá de la administración de las crisis económica, social y sanitaria. Veo a tres ministros sólidos y bien orientados, como Eduardo Wado de Pedro, Ginés González García y Martín Guzmán. Pero, en la agenda de tierra, techo y trabajo, que es por la que nosotros luchamos, hay incompetencia e improvisación supina. Tengo una gran decepción por la gestión de (María Eugenia) Bielsa».
Grabois no solo le apuntó a la ministra de Desarrollo Territorial y Hábitat de la Nación, también criticó a Daniel Arroyo, el ministro de Desarrollo Social. «Es una excelente persona y un pésimo ministro. Es un muy buen divulgador, buen predicador y un pésimo gestor. Arroyo y Bielsa son personas de honestidad a toda prueba, con un compromiso personal muy grande por los sectores populares, pero su expertise es académica», señaló.
Como conclusión, el dirigente sintetizó que «en general, la gestión, salvo algunas áreas específicas, es regular tirando para mala».
clarin