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La historia del futbolista islandés que vivió en Argentina y se hizo hincha de Rosario Central

Kristján Svanur Eymundsson es un futbolista del ascenso islandés que vivió en Rosario hace cuatro años y se hizo fanático del «Canalla».

El papelillo que hasta hace instantes estaba flotando dentro de la bolilla mundialista marca que Islandia será el rival en el debut de Argentina en la Copa del Mundo de Rusia 2018. La desconocida historia de esa pequeña isla ubicada en el extremo noroeste de Europa enciende las alarmas de las redacciones del país. ¿Qué hay para contar sobre este destino desconocido, más relacionado en nuestras fantasías con hordas vikingas que con once futbolistas?

Allí irrumpe en escena el nombre Kristján Svanur Eymundsson, un futbolista islandés que vivió en Argentina hace cuatro años y se hizo fanático de Rosario Central. Los medios aprovechan una buena dicción a la hora de lucir su castellano y le preguntan lo básico para empezar a conocer al rival de Argentina. Eymundsson habla en radios y canales de televisión del país. Nadie aclara cuál es su rol en el fútbol de ese pequeño país con apenas 300 mil habitantes, apenas la mitad de los que hay en distritos como Quilmes o Lomas de Zamora en el Conurbano de Buenos Aires.

«No sé de dónde sacaron que jugué o juego en la selección. Pero no soy jugador de la selección. Nunca lo he sido», aclara ante la consulta.

Lo que sí es cierto sobre él es que tiene 23 años y se desempeña como lateral por ambas bandas en la tercera división del fútbol de su país. Y, claro está por su perfecta escritura en español, vivió en Argentina durante un año.

«Hice un intercambio cultural de la secundaria en 2012, estuve casi un año. Ahora tengo gente que llamo mi familia y amigos que he vuelto a ver unas veces», detalla sobre su paso en el país que le dejó una pasión, esa que no se puede modificar.

La típica encrucijada futbolera de Rosario lo puso entre la espada y la pared: «Me dijeron que tenía que elegir un club en Rosario». Y él, acorde al rojo y azul del club que ama en su país —el Fjölnir Reykjavík—, eligió a Central. «Lo elegí por los colores», señaló y recordó una serie de partidos del Canalla que vivió en cancha.

«El fútbol es semi profesional acá. No hay tanta pasión por los clubes como en Argentina», reconoce Eymundsson sobre la liga de su país. Mientras se desempeña en la tercera categoría, estudia en la universidad «negocios administrativos» y elogia al país que lo acunó en el pasado.

«Me sorprendió la cultura de Argentina. La gente tan amable. Me sorprendió la forma de compartir. Mates, o lo que sea», afirma y aclara: «Me encanta el mate, con un poco de azúcar. Aunque si es amargo también está bien».

Eymundsson llegó a Argentina casi por casualidad. Quería mudarse bien lejos de Islandia y decidió optar por América Latina. Brasil y Costa Rica estaban entre sus opciones. «Me tocó la suerte de vivir en Rosario. No conozco los otros pero me gusta Argentina», argumenta.

El islandés se entusiasma con la idea de enfrentar a Argentina el 16 de junio del 2018 en el estadio del Spartak de Moscú y aclara que no entiende por qué se critica tanto a Messi en el país.

También comenta las diferencias entre Argentina e Islandia, en la vida diaria: «Tenemos días muy cortos durante el invierno y re largos de verano. Así que la gente cambia un poco entre las temporadas. Hay más felicidad durante el verano. Se come la cena muy tarde en Argentina, acá se come a las 7 más o menos. Y la gente es más familiar en Argentina. Se junta con su familia allá por cualquier cosa».

Una visita a las Cataratas del Iguazú en 2012
Una visita a las Cataratas del Iguazú en 2012

La desesperación por conocer un poco de la vida del primer rival de la selección de Jorge Sampaoli guió a todos los medios hasta Eymundsson, que por momentos parece ser más argento que islandés. Sus fotos por Salta, Jujuy y Misiones en Facebook lo delatan. El recuerdo de su «familia» en Argentina, también. El fútbol, muchas veces, es la excusa perfecta para acercarnos a todos, sin importar el color de la camiseta ni las distancias.

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