La Misa Criolla cautivó a miles de fieles en Monteros
La localidad del sur tucumano disfrutó de un espectáculo único en el marco de las celebraciones dedicadas a la Virgen. Artistas y autoridades del gobierno provincial.
La Misa Criolla se interpreta en todo el mundo desde hace años. Ganador del premio de la Academia Charles Cross en París, el álbum de la Misa Criolla es considerado hoy uno de los cien más importantes del siglo XX.
Durante el espectáculo, el Gobernador, junto al vicegobernador, Osvaldo Jaldo, el ministro de Gobierno y Justicia, Regino Amado, y el intendente, Francisco Serra, entregaron randas como presente a los músicos.
Serra contó que la noche fue emotiva porque tuvo un alto contenido cultural y religioso: “Uno se siente honrado cuando hay este tipo de espectáculo. Fundamentalmente en este espacio emblemático, la plaza Bernabé Aráoz, en un día muy especial como el 8 de diciembre, día de la Virgen, una fecha muy importante para los monterizos”.
El Ministro de Gobierno y Justicia expresó su satisfacción por el espectáculo: “El Intendente tuvo esta brillante idea de hacer este espectáculo para todos los vecinos cuando estamos en un momento de reflexionar y reconocer lo que está pasando a pocos días de la navidad. La nación está pasando momentos difíciles, sin embargo la gente se acerca, saluda al Gobernador y al Intendente. Los ciudadanos entienden que somos vecinos, nacimos aquí y seguramente moriremos aquí. Por eso la importancia de acercar este tipo de cosas, sobre todo la cultura, a los pueblos del interior”.
Con respecto a la participación de autoridades provinciales, señaló: “Fue una sorpresa muy grata que haya venido el Gobernador. Mostrar que la cultura tiene un valor muy grande para las autoridades es algo muy bueno porque así se pueden generar estos espacios. El mismo recital se presentará la próxima semana en Israel”.
Sobre el espectáculo
La emblemática obra creada en el año 1964, llegó a El Vaticano en el 2014 para celebrar las “Bodas de Oro” de su creación. El texto de la Misa Criolla es una adaptación realizada por los sacerdotes Antonio Osvaldo Catena, Alejandro Mayol y Jesús Gabriel Segade, del texto litúrgico en español de la misa católica, tal como había sido aprobado en 1963, por la Comisión Episcopal para Sudamérica, presidida precisamente por el padre Catena, siguiendo los lineamientos del Concilio Vaticano II. La obra sigue estrictamente el ordinario de la misa. Lo que la hace singular, es el uso de ritmos musicales tradicionales de Argentina.