Economia

La pandemia y la economía

Coronavirus, cuarentena y recesión: consultoras recalculan y esperan una caída del PBI de hasta 4%

La crisis global encuentra a la Argentina mal parada y se profundizaría en 2020 la recesión. Preocupación por la situación social.

La pandemia del coronavirus está obligando a las autoridades y a los analistas económicos de todo el mundo a hacer uno de los “recalculando” más grandes que se recuerde en muchos años. En todo el planeta se habla de una -inesperada hace apenas un par de meses atrás- recesión global. Y para peor, la primera en la que se incluye a China.

Frente a ese panorama oscuro, la economía argentina también sufrirá una contracción aún mayor a la que se esperaba, estirando al menos un año más la contracción económica, y apuntando a completar una nueva década perdida.

En estos días están surgiendo informes con un denominado común: el PBI argentino se contraerá más de lo que se preveía. La pandemia, la cuarentena y una negociación por la deuda en dólares que aparece como muy complicada y con final incierto (¿default?) no hacen más que oscurecer el panorama. Los analistas están revisando los números que habían elaborado apenas semanas atrás. El impacto de la crisis global ya se está sintiendo. Nadie sale ileso de un parate repentino de la actividad en cada rincón del planeta. Menos, Argentina, que enfrenta sus propios desafíos. Por eso hay quienes estén viendo, para el caso argentino, una contracción del PBI que podría llegar este año al 4%.  Qué dicen cuatro consultoras sobre, si se permite, el annus horribilis que transitarán los argentinos en 2020.

Daniel Marx, de Quantum Finanzas, dice en su último informe, sin anestesia: “La economía mundial se encuentra ante un desafío sin precedentes. No se trata de una mera corrección de desequilibrios ni de excesos financieros acumulados. Es la puesta en marcha de mecanismos de supervivencia para muchos, ante una amenaza sanitaria sin claridad sobre su evolución y salida. Ello lleva a profundos cambios en las conductas, que repercuten en las perspectivas económicas individuales y globales”.

Puntualmente sobre la evolución de la economía doméstica, prevé que “la situación es particularmente más compleja dada la persistencia de estanflación y las restricciones al acceso al financiamiento. Entre los principales efectos identificamos. Sin la pandemia, se preveía que el PBI cayera 1,6-1,8% en 2020. Ahora, las primeras estimaciones indican niveles de contracción del orden del 2,6 o mayor, muy dependiente de la evolución de la pandemia y las medidas tomadas en consecuencia. Suavizar la caída en el consumo a través de una mayor capacidad de gasto podría ser difícil en un contexto de confinamiento total como el que recientemente se anunció, principalmente porque un mayor grado de incertidumbre limita decisiones en un sistema que no cuenta con amplias redes de salvataje.

En la consultora Seido, Luciano Cohan y Gabriel Zelpo consideran que el PBI podría caer tranquilamente un 4%. “Si la cuarentena dura lo que dicen que tiene que durar lleva que al menos el PBI caiga 4%. “Sería optimista de hecho si eso llegara a darse” le dice Zelpo, quien igual se apura a aclarar: «La verdad es que la caida del PBI¡ es lo que menos importa hoy. Me resulta más importante controlar socialmente a la situación, adaptar la economía y el país a esta situación para transitarla lo mejor posible”.

Igual, subrayan que la caída de la recaudación relacionada a la actividad será muy importante. Calculan que por cada punto que caiga el PBI la recaudación se contrae entre 1,6 y 1,9% en rubros como IVA, Ganancias, combustibles o débitos en cuenta corriente. Y cierran: “El déficit primario aumentará mucho más allá de nuestra proyección de -2.0% del PIB y, nuevamente, duplicar esta cifra ahora no parece poco realista. El 0.9% del costo fiscal del estímulo, más posibles medidas adicionales para aliviar la recesión económica que se avecina (consideramos que esta es la primera de varias oleadas del estímulo fiscal) se complementará con una contracción de los ingresos fiscales.

Gabriel Caamaño, de la consultora Ledesma y Asociados, le resumió su visión a Clarin: «Habíamos proyectado una caída del PBI del 1% para este año antes de que surgiera la pandemia. Ahora vemos una contracción de al menos el 4%. La sequía de fines de febrero se va a notar en la cosecha y en los ingresos por retenciones. El shock covid-19 tiene dos partes: el shock externo y el shock local. El externo es vía precios de lo que exportamos y demanda de nuestras exportaciones industriales. En este punto la ralentización de Brasil es un ejemplo de lo que vamos a sufrir. Y además es la segunda recesión mundial en 60 años.

En Analytica, los economistas Rodrigo Alvarez y Ricardo Delgado escribieron que “Nuestro escenario base contenía proyecciones que indicaban una caída del PBI 2020 entre 1 y 1,5%, asumiendo una expansión fiscal del orden de un punto del producto. Esto es, antes del efecto Coronavirus, considerábamos que el Gobierno gastaba todos los ingresos adicionales derivados de la Ley de Solidaridad, manteniendo el déficit primario en los niveles de 2019 (en torno al 0,4% del PBI)”.

Ahora, sostienen que “si los efectos fiscales en la Argentina fueran similares a los de Estados Unidos, de no mediar un aumento del gasto público, el producto bruto caería entre 3.3 y 3.8% en 2020, dos puntos porcentuales más que en nuestro escenario base”

CLARIN

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