La particular contraoferta de Gimnasia para convencer a Maradona
El mensaje del Diez que ilusiona a los hinchas
El Lobo quiere sí o sí al Diez para reemplazar al Indio Ortiz en el banco de suplentes y le abrió la puerta a un régimen especial para tentarlo. Mientras, el ex capitán de la Selección se expidió en las redes sociales.
Gimnasia y Esgrima La Plata vive horas convulsionadas. Con el equipo en el fondo de la tabla de los promedios, aún no logró ganar en la Superliga y se quedó sin entrenador: el Indio Darío Ortiz dio un paso al costado tras la derrota 1-0 ante Argentinos del último sábado. El primer impulso de la dirigencia fue dar un golpe de efecto: convocar a Diego Maradona como conductor de la crisis. Al Diez le entusiasmó la idea, «se muere de ganas de dirigir», según cuentan en su entorno, pero el obstáculo que presenta su salud levantó una barrera que hasta ayer lucía infranqueable. Previa consulta con su cirujano, Diego Eyharchet, el entorno ex capitán de la Selección, de 58 años, agradeció la oferta, pero respondió negativamente. El mensaje que dejó correr: en un mes, cuando ingrese en la fase final de su rehabilitación por la operación en su rodilla derecha (le colocaron una prótesis), estaría listo para volver a disfrutar del «perfume del pasto», tal como reza una de sus frases.
Pero 24 horas en la vida de Maradona son una eternidad. Primero, se reunió la Comisión Directiva de Gimnasia y la gran mayoría votó por insistir por el Diez. La actual CD, que encabeza Gabriel Pellegrino, termina su gestión en diciembre. Y quiere hacerlo dejando una mejor imagen que la actual. Por eso, en el debate, hubo directivos que amenazaron con renunciar si no existía un segundo intento por Pelusa. Y el teléfono de Christian Bragarnik, el empresario que lo llevó a Dorados de Sinaloa (donde dirigió diez meses) y nexo con Matías Morla, apoderado de Diego, volvió a sonar.
La propuesta mutó: Gimnasia quiere a Maradona. Al huracán Maradona, a la marca Maradona, en cualquiera de sus formas. Si la rehabilitación se lo impide (todos los días va un kinesiólogo a su casa; además se está aplicando inyecciones en el hombro derecho por una vieja lesión que data de su estadía en Dubai), en el club desean que asuma como manager, director deportivo o director técnico «remoto».
¿Cómo sería el rol de entrenador «a distancia»? No tendría la necesidad de viajar desde Nordelta a La Plata todos los días; con dos entrenamientos por semana estaría cubierto, mientras el resto del cuerpo técnico desarrolle sus tareas bajo su batuta. Y, claro, sería el encargado de dirigir en los partidos.
En ese contexto, se barajaron algunos candidatos para que lo acompañen y pongan el rostro cuando Diego no pueda estar. José María Martínez, su último ayudante de campo en Sinaloa, es uno de los mencionados, pero hay quienes prefieren a alguien con más nombre para cuando Maradona no se encuentre de cuerpo presente. Luis Islas está descartado: se encuentra identificado con Estudiantes. Héctor Enrique también supo acompañar a Maradona en sus aventuras como DT. Y apareció otro aspirante, con pasado en el Lobo: Carlos Fernando Navarro Montoya, hoy panelista televisivo.
Mientras tanto, para atizar el fuego, el propio Maradona abrió la puerta de par en par desde su cuenta de Instagram. Y, de alguna manera, desoyó los consejos médicos que habían hecho darle de baja al proyecto durante la jornada del lunes.
«Hola a todos, quiero aclararles que yo no recibí, ni rechacé, ninguna propuesta de equipos argentinos, como andan diciendo. No tuve contacto oficial con ningún club. Estoy bien de salud y por supuesto que sería un honor para mí dirigir en mi país. Siempre me gustaron los desafíos. ¡Le mando un abrazo a todos!», firmó.
Más allá de la ansiedad en Gimnasia, hay una fecha en la que todo podría definirse: 10 de septiembre. El próximo martes se desarrollará una nueva junta médica para evaluar la evolución de la rodilla de Maradona y así determinar si está apto para tamaño esfuerzo. Si es por el Diez, la respuesta está implícita en el mensaje que compartió en redes sociales…
INFOBAE