La odisea del camionero fiambalense baleado en Tucumán

El camionero que fue herido en un intento de robo, contó que tuvo que pagar $22.200 para que le extraigan la bala. Además, la policía le cobró $2.500 para entregarle el rodado.

n la madrugada del domingo, Cesar Bordón, de 45 años, vivió una verdadera pesadilla en su viaje a Tucumán, y la odisea aún no termina. El camionero continúa internado y además de haber sido víctima de la inseguridad que se vive en la vecina provincia, tuvo que desembolsar una elevada suma de dinero para ser atendido en un centro de salud.
El comerciante fiambalense fue atacado por “piratas del asfalto” cuando circulaba entre la localidad de Famaillá y la ciudad de San Miguel de Tucumán, con destino al mercado Mercofrut. En ese momento, sujetos que viajaban en un Peugeot 207 comenzaron a dispararle intentando que se detenga para robarle, pero él aceleró y pudo llegar al mercado donde fue atendido.
Ya resguardado en el Mercofrut, personal médico pudo constatar que Bordón había recibido un impacto de bala en su tobillo derecho por lo que fue trasladado a un sanatorio privado para su atención. Parecía que la pesadilla terminaba ahí, pero no fue así.
En declaraciones radiales realizadas esta mañana, contó que en el sanatorio le cobraron $22.200 para extraerle la bala y además tuvo que pagar $2.500 para que la policía le entregue el camión. “Yo no tengo obra social, entonces acá tuve que pagar $22.200 para que me vea el cirujano y me saque la bala, menos mal que tenía el dinero y pude afrontarlo. Para colmo, vino la persona que viajaba conmigo y me contó que en la policía le pedían $2.500 para entregarle el camión ya que decían que el fiscal no estaba y que había que pagar el trámite, yo sé que fue una “coima”, pero pague igual porque necesito el camión”.
Bordón se continuó lamentando porque comentó que “aún estoy internado y me tienen que hacer placas y otros estudios. Yo espero que me den el alta hoy, pero seguro que voy a tener que pagar más dinero por la internación y todo eso”.
Con respecto a su viaje, contó que “trato de ir al Mercofrut dos veces por semana para llevar verduras, frutas y mercadería a Fiambalá porque yo tengo un negocio ahí, pero la verdad que ahora no se qué voy a hacer”.