Las cuasimonedas
Un recurso necesario para salvar a la provincia y a los municipios
Las provincias están pensando emitir bonos para paliar la emergencia económica.
Que se deba recurrir a la emisión de cuasimonedas o bonos habla de la profundidad de la crisis. La pandemia ha venido a poner en blanco sobre negro muchas situaciones que la política venía disfrazando. Ahora sí, como nunca, la “La realidad es la única verdad”.
Salvar ciudadanos o terminar de fundir a las economías, ésta es la ecuación del momento. Ambas cosas no se pueden hacer. La emisión desatada por el actual gobierno nacional se está evaporando apenas salir de la máquina porque los billetes no alcanzan para cubrir una caída abrupta y tan pronunciada a causa de la recesión obligada a causa de la pandemia de COVID-19.
No es un dato menor que la provincia de Córdoba esté lanzando un bono para cancelar deuda con proveedores que será transferible y servirá para cancelar deudas fiscales vencidas. Con esta medida esperan paliar la caída de la recaudación, compensar deudas y acreencias y aliviar el sistema económico.
Santa Fe va por el mismo camino con “El Brigadier”, siendo que fue la provincia que durante la crisis del 2001 se jactó de no haber recurrido a ningún tipo de cuasimoneda, pero esta vez por efecto de la pandemia el escenario económico se encamina a ser peor que entonces.
Algo iguala a todas las provincias y es que la situación derivada de la pandemia instala un escenario de caída abrupta y sin piso, un desbarranque casi total donde a la misma vez hay que atender gastos extraordinarios exigidos por la emergencia del Coronavirus.
El único escenario real es el que brinda el pasado mes de marzo con 12 días hábiles, nada más. En abril será más aguda la crisis y para mayo no se puede adelantar nada todavía.
La situación en la provincia de Salta
En Salta la situación es tanto más compleja ya que la provincia que dejó Juan Manuel Urtubey es tierra arrasada. El Paraíso que pintó el ex gobernador –ahora auto exiliado en España- era una vulgar mentira y la realidad es que Salta debe afrontar “deudas viejas” por $ 9.600 millones y créditos tomados en dólares para obras del supuesto Fondo de Reparación Histórica que no existen. Todos compromisos que vencen este año
.
Hay además, deudas generadas por el uso indebido de bienes del Estado por parte de los antiguos funcionarios –alquileres, combustible, pasajes, etc.- y una burocracia sobredimensionada.
A esto hay que sumar la falta de un presupuesto definido, ya que la Nación todavía no trató la Ley de Presupuesto, ergo, la provincia y los municipios funcionan con números del ejercicio anterior.
Los municipios en particular han comenzado a detenerse a mediados del pasado mes de marzo. No tienen ingresos genuinos y la coyuntura de la pandemia los está apremiando con gastos extraordinarios. Todos los intendentes están pidiendo adelantos de coparticipación para poder solventar los sueldos. En algunas comunas se analiza disminuir horarios para pagar por servicio cumplido a fin de evitar despidos.
Está además el problema del hambre ya que el sector de vecinos bajo la línea de pobreza se engrosa a medida que pasan los días y el país continúa detenido. De donde los intendentes están comprando insumos básicos a granel para fraccionar y dar a los vecinos o bien, cocinando en los propios municipios para proporcionar alguna comida.
En este escenario tan complejo la única manera de frenar un estallido social y económico de consecuencias imprevisibles es la emisión de una cuasimoneda que deberá estar –por supuesto- reglada para casos y formas adecuadas.
En Salta, esa cuasimoneda –o bono- serviría para pagar a proveedores y así éstos puedan pagar impuestos.
Una idea que se analiza (Fundación Mediterránea) es lanzar un bono nacional para pagar una porción de los salarios más altos en los tres Poderes del Estado y “en al menos en dos niveles de gobierno (nacional y provincial).
La experiencia de Italia
La pandemia llevó a muchas comunas italianas a una situación devastadora. En el sur de Italia se está acuñando una suerte de “corona-euro” para afrontar la crisis económica de muchas familias. El alcalde de Vietri di Potenza (Basilicata, sur de Italia), Christian Giordano, dijo que “Hemos pensado que en este momento era necesario poner a disposición de la comunidad un instrumento fácil de usar y al mismo tiempo capaz de garantizar transparencia y trazabilidad”.
Estos “bonos de compra” pueden usarse en todos los negocios que adhirieron a la iniciativa.
El Bono salteño, un antecedente que funcionó
La salida de un “bono salteño” permitiría evitar la caída de la economía local y reactivarla evitando la ruptura de la cadena de pagos y asegurar el pago de los sueldos.
Esta situación tiene un antecedente en el gobierno de Roberto Romero cuando se acuñó el bono de cancelación de deuda que permitió que Salta pudiera pagar los sueldos, los servicios y los impuestos. Como se recordará, se creó también un Banco del bono que los convertía en pesos para el pago a proveedores y compromisos contraídos fuera de la provincia.
La situación es históricamente excepcional, por lo tanto exige que todo el arco político se ubique en situación y acompañe al Poder Ejecutivo teniendo un solo objetivo por delante: que la provincia de Salta no se desbarranque.
Las diferencias políticas en esta coyuntura quedan absolutamente superadas, al menos hasta que la pandemia pase. Luego, quedarán tres años para discutir esas diferencias. Hoy, unirse, es un acto humanitario y patriótico.
Por: Ernesto Bisceglia -SALTA.-