Lázaro Báez sufrió una arritmia
Fue trasladado desde el penal de Ezeiza a una clínica privada.
El juez Sebastián Casanello autorizó la internación del empresario patagónico en el Sanatorio Los Arcos.
Lázaro Báez tuvo que ser trasladado al sanatorio Los Arcos debido a una arritmia que no pudo ser controlada en el complejo médico del penal de Ezeiza, por lo que se le pidió autorización al juez Sebastián Casanello para que lo traten «extramuro», es decir, fuera de la cárcel.
Cuando el empresario patagónico fue detenido, en abril de 2016, ingresó al penal con un cuadro de diabetes y uno de sus síntomas es justamente la arritmia. Según explicaron fuentes judiciales , los médicos notaron que hoy Báez estaba sufriendo una arritmia más anormal que la habitual y recomendaron el traslado.
Por su obra social, la clínica que le tocó fue Los Arcos. Báez será sometido allí a chequeos, por lo que podría pasar la noche fuera de la cárcel y retornaría mañana.
Las fuentes aclararon que no sufrió un infarto ni se descompensó sino que fue trasladado para tener un mayor control de la arritmia.
En octubre de 2016, le realizaron a Báez una pericia médica para conocer su estado de salud y para determinar si le darían la prisión domiciliaria. Allí se concluyó que medía 1,71, pesaba 88 kilos y presentaba «antecedentes de hipertensión, diabetes tipo II y asma bronquial». Los médicos advirtieron que las patologías eran «crónicas» y requerían de «tratamiento multidisciplinario».
Si bien los especialistas concluyeron que sus parámetros de salud «cumplen con los criterios estándar de aceptabilidad», advirtieron que el penal de Ezeiza debe cumplir con las reglas médicas para «disminuir al máximo las complicaciones y evitar la aparición de nuevas pertubaciones físicas».