“Los cambios profundos requieren paciencia”, remarcó Macri
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En su discurso el presidente recordó que en 2015 dijo que “a la Argentina la íbamos a sacar adelante entre todos”, y que se había decidido “dejar de patear los problemas para adelante para afrontar la realidad de frente”.
“No hablo solo de la herencia recibida, sino de algo más profundo, todos entendimos las consecuencias de no cambiar, de no enfrentar los problemas de fondo”, señaló, asegurando que “cambiar en serio implica atravesar dificultades”.
Ahí hizo referencia a las dificultades del año pasado. “Cambiaron las condiciones y surgieron nuevos desafíos; todavía estábamos frágiles”, señaló, y dijo que parte de las transformaciones apuntan a “no ser tan vulnerables”.
“Juntos estamos construyendo los cimientos más profundos”, enfatizó, enumerando a continuación hechos realizados, y aclaró: “Los cambios profundos requieren paciencia”.
Admitió que muchos pueden advertirle que están peor que el año pasado, y que no faltarán quienes le recuerden que el año pasado había señalado erróneamente que “lo peor ya pasó”. “Y tienen razón –admitió-. Pero también les quiero decir que lo que estamos logrando los argentinos es enorme, enorme; porque estamos haciendo crujir estructuras viejas y oxidadas, muy arraigadas que seguían beneficiando a los de siempre”.
“Lo que estamos haciendo no tiene vuelta atrás”, aseguró, remarcando que “ya no creemos en las soluciones mágicas, porque sabemos que las transformaciones profundas llevan tiempo”.
Macri remarcó además que “hoy podemos decir que la Argentina está hoy mejor parada que en 2015. Mejor no significa que estamos donde queremos estar, sino que hemos salido del pantano donde estábamos”.
“Que sea difícil y lleve más tiempo no quiere decir que sea imposible”, agregó.
Más adelante señaló que “hoy hay un equipo que gobierna pensando en el largo plazo”, y que entre otras cosas “asume la inflación, la pobreza y la inseguridad”.
Hizo referencia luego a la Ley del Arrepentido, que “se volvió una pieza clave para el avance de las causas judiciales”, y destacó luego la Ley de Defensa de la Competencia, como así también hizo referencia al proyecto de ley de Etica Pública y los decretos que regulan los casos de conflictos de interés como “ejemplos de un cambio muy profundo que es la base de todo lo demás”.
Destacó a continuación el DNU de extinción de dominio, que consideró un reflejo de “la postura clara que los argentinos tomamos”, ante lo cual desde el oficialismo aplaudieron y comenzaron a corear “sí se puede”. Mientras tanto, Macri agregó que “queremos recuperar los bienes de las mafias, el narcotráfico y la corrupción, y que cada quien que se oponga diga dónde está parado y a quién quiere proteger. Porque se acabó el tiempo en que los delincuentes se salgan con la suya mientras la enorme mayoría trabajamos para sacar este país adelante”.
Habló luego de respetar la independencia de la justicia: “Todos tenemos que rendir cuentas, políticos, empresarios, sindicalistas, los mismos jueces, periodistas… inclusive la familia del presidente… ¡Y el presidente!”.
“Se está acabando la impunidad, y en este sentido también estamos mejor que en 2015”, dijo, pidiendo luego que “para seguir avanzando” se apruebe el Código Penal. “Espero que la aprobemos en el próximo año”, señaló, pidiendo luego por la reforma del Régimen Penal Juvenil, que consideró que es “mucho más que la baja de un año en la edad de imputabilidad para algunos delitos graves”.
El primer mandatario inició su discurso a las 11.03. Había llegado al Congreso puntualmente dos minutos antes de las 11 de la mañana, donde fue recibido por la comitiva de exterior integrada por los senadores Gladys González, Silvia Giacoppo, Cristina López Valverde y Ada Itúrrez ; y los diputados Mario Negri, Elisa Carrió, Sandra Castro y Jorge Franco. Ya dentro del palacio, lo aguardaba la comitiva de recepción de interior, con los senadores Inés Brizuela y Doria, Laura Rodríguez Machado, Alfredo Luenzo y Carlos Espínola; y los diputados Marcelo Wechsler, Graciela Ocaña, Pablo Carro y Carlos Selva.