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En esta nueva modalidad de campaña, en la que el Gobierno volvió a elevar el tono de confrontación con el kirchnerismo, después de la fugaz tregua con Alberto Fernández, Macri priorizó Santa Fe, Tucumán, la Ciudad y el interior de la provincia de Buenos Aires, Mendoza, Entre Ríos y la provincia gobernada por Juan Schiaretti.
Al jefe de Estado, Córdoba le trae buenos recuerdos. Es cábala. Fue el lugar escogido para el cierre de la campaña previa a las PASO en el 2015 y la provincia que le dio el triunfo en el balotaje frente a Daniel Scioli. Fue récord, con casi el 72% de los votos. En un distrito todavía atravesado por un fuerte rechazo al kirchnerismo.
El Gobierno espera esta tarde mostrar una buena postal en el centro neurálgico de la capital provincial, frente a la Casa Radical, en la Plaza Vélez Sarsfield. Los responsables de la organización aspiran a llenar el lugar con al menos 50 mil personas. Aunque los más entusiastas fantasean con una concentración más numerosa.
En los últimos días, el distrito volvió a estar en el centro de la escena. El candidato a presidente del Frente de Todos criticó la “prescindencia” de Schiaretti, que desde su contundente triunfo de mayo, de más del 50%, mantuvo un frágil equilibrio entre Fernández y Macri.
Hacemos por Córdoba, el frente con el que el gobernador se impuso en mayo y que ahora postula boleta corta en el tramo de diputados, y el Frente de Todos se disputan cuatro de las nueve bancas en juego.
El espacio de Schiaretti cruje internamente por la posición del gobernador, el rol del senador Carlos Caserio y su vinculación con el ex jefe de Gabinete de Néstor y Cristina Kirchner.
El de esta tarde será el último evento de la campaña bajo el lema “Sí se puede” que el entorno del jefe de Estado diagramó semanas después de las PASO para levantar el ánimo interno y tratar de forzar el balotaje. Y para fidelizar a un sector del electorado, que se radicalizó tras las primarias, en torno a la figura de Macri. En medio de los trascendidos vinculados al pos macrismo.
Negri, el gobernador Gerardo Morales y el senador Luis Naidenoff, uno de los sectores de la UCR que puja por el liderazgo del partido, tuvieron una activa participación en la diagramación de la estrategia. Al radicalismo no le hizo gracia la campaña a través de las redes sociales pergeñada por la Casa Rosada.
Y pidieron después de las PASO más contacto con la calle. Más territorio.
En Juntos por el Cambio tomaron nota de los dichos de Fernando Henrique Cardoso, el ex presidente Brasileño, que estuvo de visita en el país en la cuarta semana de agosto. Doce días después de las primarias que dejaron a Fernández al borde de la Presidencia.
Fuente: Infobae