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“Macri es un violador serial de los derechos humanos”

A 43 años del golpe militar, Fernando “Pino” Solanas advierte que el Gobierno implementó políticas que significan un “retroceso” en la materia. En el marco del 43° aniversario del golpe de Estado cívico militar perpetrado contra el pueblo argentino, un genocido que simboliza la lucha de los 30.000 detenidos-desaparecidos/as, reafirmamos las políticas de Memoria Verdad y Justicia sostenida por los organismos de derechos humanos hasta el presente.

El macrismo aplica políticas en el campo de los derechos humanos que son un retroceso: negacionistas ante hechos aberrantes constatables que continúan con la impunidad, despide a trabajadores/as, desfinancia y elimina programas en las áreas de Memoria Verdad y Justicia y otorga el beneficio de prisiones domiciliarias a gran cantidad de genocidas.

La memoria se construye desde el pasado hasta el presente. La continuidad de los juicios contra los represores -a pesar de los retrasos e insuficiencias- es sostenida por la tenacidad de los sobrevivientes, los organismos de DDHH y los familiares que han contado con el apoyo de una gran cantidad de fiscales y jueces.

El golpe de Estado en la Argentina no fue casual tuvo como objetivo implantar la doctrina de Seguridad Nacional de los Estados Unidos y la operación Cóndor. En el plano económico, la dictadura generó una deuda externa impagable, indigna, que favoreció a los grupos económicos concentrados, entre otros a los Macri, de “la patria contratista” que siguen gozando de estos beneficios hasta el presente.

El gobierno de Macri viola en forma sistemática los derechos humanos nacionales y provinciales: cierra escuelas, desmantela hospitales, aumenta las tarifas y somete a la población a una zozobra y angustia permanente ante la ola de despidos y una inflación en ascenso. No protege a los más vulnerables ni a los jubilados, ni a los jóvenes, ni a las mujeres con su derecho a decir sobre su cuerpo con la opción de abortar. Reprime y encarcela a los pueblos indígenas en sus justos reclamos por sus tierras, contamina las aguas con el fracking favorciendo a las petroleras y nos embarca en las políticas del FMI de un endeudamiento impagable, continuadoras del mismo modelo neoliberal de la dictadura. En paralelo fuga capitales y especula con la “bicicleta financiera”. Además, expulsa científicos de la Argentina, desindustrializa el país y el cierre de las pymes son una constante diaria.

Ante el aumento de los conflictos sociales el macrismo responde con más represión por parte de las fuerzas de seguridad, se vanagloria con el uso de las pistolas Tasser que convalidan prácticas policiales contrarias a los estándares y acuerdos internacionales. Persigue y encarcela a luchadores sociales y a opositores como denunció la ONU entre otros organismos internacionales. Además, no respeta la división de poderes e intenta desprestigiar e invalidar las pruebas del juez Alejo Ramos Padilla contra el fiscal Carlos Stornelli y el falso abogado, Marcelo D´alessio, vínculado estrechamente con los agujeros negros en los organismos de Inteligencia y con una red delictiva a nivel nacional e internacional que involucra a empresarios, periodistas, funcionarios y personajes públicos.

Por lo expresado anteriormente: Macri es un violador serial de los derechos humanos en la Argentina y por eso mismo debemos conformar un gran frente patriótico que sea arrollador y gane en la primera vuelta.

*Senador nacional (Proyecto Sur-CABA).

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