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Reunión con el Gobierno

La CGT acordó un bono de fin de año de “hasta $5.000” y se enfría la posibilidad de un nuevo paro

Se pagará en dos cuotas, una en noviembre y otra en enero de 2019. Será un decreto del Gobierno. Qué pasará con los despidos. Críticas de los empresarios.

Tras la amenaza de días atrás de convocar a un nuevo paro general, esta vez por 36 horas, finalmente la CGT y los empresarios acordaron el pago de un bono de fin de año de hasta $5.000, que se abonará en dos cuotas (una en noviembre y otra en enero de 2019). En el oficialismo ahora, están confiados en que se enfría la posibilidad de una medida de fuerza de 24 horas. Los gremios lo discutirán en la reunión de Consejo Directivo del próximo jueves y hubo críticas de las cámaras empresarias.

La cúpula de la central obrera mantuvo este martes en el sindicato de Sanidad un encuentro con el sector empresarial y con el ministro de Producción, Dante Sica y el secretario de Trabajo Jorge Triaca. Allí, entre empanadas -un símbolo de austeridad, según definieron varios presentes- acordaron también un mecanismo para evitar despidos sin causas y plantearon la necesidad de reforzar las jubilaciones.

La aplicación del bono de hasta $5 mil, todavía no está del todo clara. Algunos empresarios señalaron que beneficiaría a empleados públicos y privados, pero desde el ministerio de Producción sostuvieron que solo beneficiaría a los últimos. El Gobierno, advirtió en un comunicado oficial que la suma dependerá de la salud de cada sector. Desde la CAME, por las dudas, expresaron que no todos podrían hacer frente a las dos cuotas de $2500. Los jefes sindicales piden que sea un decreto porque los antecedentes en el vínculo Gobierno CGT no abonan la confianza de los de Azopardo: ¿Llegará antes de la reunión de este jueves como para acentuar lo hablado? Además, buscan contener con el bono principalmente a los gremios que no tienen capacidad de presión para conseguir reapertura de paritarias y al hacerlo por sector y sin letra escrita «lo hablado suena a poco».

“Vinieron los empresarios, sobre todo del sector industrial, comercio y construcción, planteando sus problemas. Nosotros planteamos los nuestros y la necesidad de atravesar una coyuntura que para muchos compañeros está por demás complicada para poder acompañar el proceso inflacionario tan grande”, sostuvo Héctor Daer, uno de los secretarios generales de la CGT, al finalizar el encuentro.

De todas formas, tanto Daer como Carlos Acuña advirtieron que esperarán «la letra chica» del decreto del Gobierno para descartar definitivamente el paro

«Tenemos que ver la letra chica de lo que tiene que elaborar el Gobierno. Así que cuando nos entreguen eso, ahí seguiremos conversando», señaló Acuña.

El encuentro marcó un cambio en la estrategia del Ejecutivo, que venía manteniendo reuniones «sector por sector». La posibilidad de un acuerdo con empresarios y la CGT había quedado descartada meses atrás, tras una reunión entre los ministros más importantes del Ejecutivo, con los gremialistas, en Olivos. Al asumir Sica en reemplazo de Triaca, el flamante ministro intentó plasmar una convocatoria, pero finalmente fue desairado por los gremios.

En 2016, el Gobierno había empujado la creación de la Mesa de la Producción y el Trabajo, con representantes del mundo empresario y sindical. La experiencia duró poco, la CGT se fue y acusó al Ejecutivo y a los empresarios de no cumplir con el compromiso anti-despidos.

La fractura de la central obrera y la salida del ex triunviro Juan Carlos Schmid, que tenía mejor diálogo con el vicejefe de Gabinete Mario Quintana y con el ministro del Interior Rogelio Frigerio que con Triaca, permitió llegar a un nuevo principio de acuerdo. A propósito del secretario general del sindicato de Dragado y Balizamiento: la semana pasada reunió a la tropa en la CATT (Confederación de Trabajadores del Transporte): se escuchó un discurso crítico al Gobierno de parte del maquinista Omar Maturano; no así de Roberto Fernández, de la UTA. ¿Juegan al policía malo y al policía bueno? Ambos garantizan el éxito de un paro. Fernández renegociará este miércoles con Guillermo Dietrich las paritarias de su sector. Puede ser decisivo para ir o no a una huelga.

«Es muy importante que tanto empresarios como trabajadores coordinemos esfuerzos en una misma mesa para generar propuestas que impulsen respuestas inmediatas para los trabajadores y soluciones para las diversas situaciones que atraviesan las empresas», dijo ahora Sica.

Del encuentro participaron Héctor Daer (FATSA), Rubén Pronoti (UOCRA), Roberto Fernández (UTA); Andrés Rodríguez (UPCN), Robustiniano Argentino Geneiro (Gastronómico), Amadeo Genta (SUTECBA); Omar Maturano (La Fraternidad); Armando Cavalieri (FAECYS), José Luis Lingeri (Obras Sanitarias), Carlos Acuña (Garagistas); Jorge Sola (Seguros); y Abel Fruto (Panaderos).

Por parte del sector empresario estuvieron presentes Miguel Acevedo (UIA), Alvarez Saavedra (UIA), Daniel Funes de Rioja (COPAL), Gustavo Weiss (CAMARCO), Natalio Grinman (CAC) y Gerardo Díaz Beltran (CAME), entre otros.

Respecto a los despidos, si bien en la CGT querían un compromiso firmado para suspenderlos, finalmente se acordó un mecanismo con intervención del Gobierno. «Del paro no se habló de manera explícita», confiaron cerca de Triaca. La reapertura de paritarias y nuevos acuerdos de los gremios más importantes cercanos al 40% golpean la expectativa inflacionaria del Ejecutivo para 2019.

La CGT acordó un bono de fin de año . Foto: Andrés D’Elia

La CGT acordó un bono de fin de año . Foto: Andrés D’Elia

También permanecen en agenda el acuerdo por las obras sociales y la creación de una agenda de evaluación médica, que los gremios reclaman.

«Si algún empresario tiene que despedir a algún trabajador, tiene que haber un paso previo en la secretaría de Trabajo y allí se discutirá si se puede resolver esa cuestión», resaltó Daer.

Entre los empresarios sobresalió la presencia de Acevedo, de la UIA, que había rechazado en la previa la posibilidad de un pacto Antidespidos. Después de horas de deliberación interna, la UIA difundió un comunicado con diagnóstico sensible de la situación económica -recordaron la caída del 11,5% del sector industrial y sentaron su posición sobre el bono. «Cada sector deberá dialogar con sus gremios para establecer cuál es la situación, ya que el punto de partida es la heterogeneidad. Dependiendo de las regiones y los sectores, la realidad varía. En un contexto adverso, hay sectores que caen más que otros”, expresó Acevedo.

En la misma línea y menos diplomacia se manifestaron desde la CAME. «En la reunión de hoy nuestra postura fue que no todos los sectores pueden afrontar un bono de 5 mil pesos. Para los pequeños y medianos comercios es inalcanzable, por eso desde CAME planteamos seguir dialogando con el gremio para analizar si se aumentan los planes de pago en más cuotas segmentando el tipo de empresa», señaló a través de un comunicado el titular de la Cámara Gerardo Díaz Beltrán.

Gustavo Weiss, de la Cámara Argentina de la Construcción, optó por una visión más optimista. “Todos entendemos el problema de la pérdida del poder adquisitivo del salario y los gremios entienden la problemática de las empresas en esta coyuntura económica. Fue una muy buena reunión. Se avanzó bastante en la posibilidad de un bono que recomponga parcialmente el salario», explicó el constructor, de buena relación con la Casa Rosada.

Una comisión con representantes del Ejecutivo, la CGT y los empresarios revisará la implementación del bono.  

Cerca de algunos de los sindicalistas presentes, señalaron que «hay responsabilidad en la mayoría de los gremios«, para no ir al paro y fomentar una crisis institucional en un momento crítico de la economía. Más allá de la presión a través de los medios, nadie quiere acompañar a Camioneros y a Hugo Moyano, en su cruzada contra el Gobierno. Las razones de algunos son sus propias causas judiciales. «Ellos apuestan al quilombo», dijeron entre los gremios de Transporte, que tendrán un plenario decisivo en 15 días.

Igual que ese grupo piensa el influyente gastronómico Luis Barrionuevo, jefe de Carlos Acuña en la CGT y de otros cinco gremios que le responden del Consejo Directivo.

El 25 de septiembre, la CGT realizó su cuarto paro general durante la presidencia de Mauricio Macri. Desde ese día, distintos sectores presionaron a la central obrera para una nueva medida de fuerza que, al menos por ahora, parece haberse desactivado.

FUENTE CLARIN

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